Astronautas retornan a la Tierra tras pasar 340 días en órbita
Astronautas retornan a la Tierra tras pasar 340 días en órbita

El estadounidense Scott Kelly y el ruso Mikhail Kornienko regresaron este miércoles a la Tierra después de permanecer un récord de casi un año a bordo de la Estación Espacial Internacional (), donde realizaron experimentos para futuros viajes a Marte.

Acompañados por el ruso Serguei Volkov, Kornienko y Kelly, que pasaron 340 días en la EEI, se posaron tal como estaba planificado en las estepas del centro de Kazajistán a las 4:26 a.m del miércoles (11:26 p.m. de ayer, hora peruana), anunciaron el centro de control ruso y la NASA.

"El aire es tan agradable aquí. ¡Me pregunto por qué están todos tan abrigados!", dijo Kelly al salir de la nave Soyuz a los equipos de asistencia rusos, según imágenes de la televisión de la NASA

En su último día en la EEI, Kelly agradeció a sus más de 800.000 seguidores en Twitter, quienes pudieron ver las casi 1000 fotografías de la Tierra compartidas por el astronauta en la red social.

Aunque debían salir por sí solos del Soyuz para imitar las condiciones de aterrizaje en Marte, los astronautas no lo lograron y fueron ayudados por los equipos de evacuación, detalló el centro de control a la agencia de prensa TASS.

Mikhail Kornienko, de 55 años, y Scott Kelly, de 52, han completado el periodo ininterrumpido más largo a bordo de la EEI desde que esta puede acoger a pasajeros en el 2000.

Kelly, que ha realizado cuatro viajes a la EEI, bate además el récord de tiempo acumulado en el espacio por un estadounidense, con 540 días.

El récord mundial de tiempo ininterrumpido pasado en el espacio lo ostenta el ruso Valeri Poliakov, con más de 14 meses a bordo de la estación espacial Mir en 1995.

La labor en la EEI

Kelly y Kornienko realizaron esta misión para estudiar los efectos biológicos y psicológicos de largas permanencias en el espacio con el fin de preparar misiones habitadas a Marte a partir del 2030.

Durante su estancia en la EEI, ambos fueron sometidos con frecuencia a exámenes médicos, así como a una serie de análisis para estudiar los efectos a largo plazo de la microgravedad en el organismo humano.

El hermano gemelo de Kelly, el ex astronauta Mark Kelly, también participó en el experimento en Tierra, con el fin de comparar ambos organismos y detectar los efectos fisiológicos del viaje en Scott.

"Físicamente me siento muy bien", dijo Kelly el jueves pasado, en una videoconferencia. "Podría quedarme otros 100 días... podría quedarme otro año", agregó, aunque admitió estar "impaciente por regresar" junto a su familia y amigos.

"La misión de un año de Scott Kelly a bordo de la EEI ha ayudado a avanzar en la exploración del espacio profundo y el viaje a Marte", dijo el administrador de la NASA Charles Bolden.

Durante este tiempo, la tripulación de la estación llevó a cabo casi 400 investigaciones para conocer cómo el cuerpo reacciona ante el aislamiento, la radiación y el estré de los vuelos espaciales de larga duración.

Ancioso por una ducha

En condiciones de microgavedad, las gotas de agua flotan en el aire y se pegan a la piel cuando entran en contacto con el cuerpo, lo que hace muy difícil ducharse. Los astronautas deben asearse con esponjas húmedas.

Por ello, "la primera cosa" que Kelly dijo que haría al llegar a su casa en Houston (Texas), sería bañarse en la piscina.

También afirmó que sufre pequeños problemas de vista, algo normal por la microgravedad, que aumenta el líquido del fluido cefalorraquídeo alrededor del nervio óptico.

La ausencia de gravedad también reduce la masa muscular y la densidad ósea, lo que obliga a los astronautas a hacer ejercicio con frecuencia.

La misión

Kelly y Kornienko despegaron del cosmódromo de Baikonur el 27 de marzo del 2015 en compañía del ruso Guennadi Padalka, que a su vez batió el récord absoluto de vuelo humano acumulado en órbita con 879 días cuando regresó a la Tierra el 11 de setiembre del 2015.

Serguei Volkov, que despegó rumbo a la EEI el 15 de diciembre del 2015, ha pasado 182 días en órbita.

Rusia proporciona al EEI su principal módulo, donde están situados los motores-cohetes, y las naves rusas Soyuz son los únicos medios para llevar y traer a las tripulaciones de la estación orbital desde el cese de los transbordadores espaciales de la NASA.

Dieciséis países participan en la EEI, un laboratorio orbital que gira alrededor de la Tierra desde 1998 y ha costado en total 100.000 millones de dólares, financiados en su mayor parte por Rusia y Estados Unidos.

Fuente: AFP/NASA

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