Protestas registradas en Nairobi. (Foto: AP)
Protestas registradas en Nairobi. (Foto: AP)
Redacción EC

El pone en riesgo las vidas de los niños y las personas mayores en los superpoblados barrios marginales de África, elevando las temperaturas a niveles peligrosos en sus viviendas particularmente vulnerables, concluye un estudio.

Los materiales de construcción utilizados, la falta de ventilación y espacios verdes y el muy limitado acceso a la electricidad crean un microclima aún más caliente, explican los investigadores.

(Foto: AP)
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El estudio, publicado el lunes en la revista estadounidense Plos One (Public Library of Science), se centró en tres barrios marginales de Nairobi, Kenia.

El más grande se ubica en Kibera, donde vive un millón de personas en viviendas con paredes de adobe, techos de chapa y una losa de concreto como suelo, dispuestas a ambos lados de estrechas calles.

Hasta el 60% de los 3,1 millones de habitantes de Nairobi viven en estos barrios marginales.

Las temperaturas en Kibera y en otros dos barrios marginales cercanos, Mukuru y Mathare, son de 2,7 a 5,5 grados centígrados más altas que las registradas en la estación meteorológica ubicada a menos de un kilómetro en un parque arbolado.

Investigaciones anteriores citadas en este estudio indican que la mortalidad entre los niños de hasta cuatro años y los mayores de 50 años aumenta en 1% por cada aumento de 1,1 grado en la temperatura por encima de 20 grados.

Las temperaturas extremas pueden causar golpes de calor, dificultades respiratorias y daño al cerebro y otros órganos.

Las altas temperaturas constatadas en este estudio "coinciden con un aumento de la mortalidad", dice la climatóloga Anna Scott, la principal autora e investigadora del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad Johns Hopkins.

Sin embargo, el estudio no recogió suficientes datos para estimar el número de muertes como resultado de la magnitud de las diferencias de temperatura observadas, precisa la climatóloga, especialmente porque el verano en que se realizó -2 de diciembre de 2015 al 20 de febrero de 2016- fue el más caluroso desde la década de 1970.

Pero las diferencias de temperatura promedio diaria fueron "sorprendentes" durante ese período, explican los investigadores.

La temperatura registrada en la estación meteorológica fue de 25 grados en comparación con los 27 grados en Kibera, 29,4 en Mathare y 30,5 grados en Mukuru.

(AFP)

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