Bruno Ortiz Bisso

La es una de las instituciones académicas con más actividad durante toda la pandemia. Así como ha estado involucrada en proyectos interesantes, participó en otros relacionados con el desarrollo de una candidata a vacuna contra el en el Perú, que ha estado envuelta en muchas contradicciones.

— ¿La academia y el Estado siguieron divorciados en esta pandemia?

En una y muy agresiva en el mundo, la academia tiene que generar evidencias que permitan que quienes toman decisiones tengan las herramientas necesarias para elegir los caminos más acertados. Hoy tenemos mucha más información que la que teníamos el año pasado. El Estado ha intentado fomentar la investigación a través de convocatorias para financiamientos de proyectos de ciencia y tecnología. Se ha hecho lo posible y se han tenido colaboraciones por parte del Estado.

— Su proyecto de vigilancia genómica se quedó sin financiamiento, ¿verdad?

Es importante aclarar esto: ese estudio de vigilancia genómica es importantísimo, pero, así como ese ha desarrollado otros casi 300 proyectos relacionados con el : estamos registrando un respirador ante Digemid; tenemos nuevos métodos de diagnóstico; seguimientos para ver si quienes tuvieron COVID-19 tienen secuelas. En el caso del proyecto sobre el que preguntas, se financió para establecer un mecanismo de vigilancia y llegó a su fin. Se obtuvo un algoritmo para recolectar las muestras y hemos obtenido resultados interesantes. Pero para hacer la vigilancia ya no hay proyecto y queremos continuarlo en el tiempo.

“Hemos desarrollado otros casi 300 proyectos relacionados con el COVID-19”.


— Ustedes participan en la fase 3 de diferentes ensayos clínicos. ¿Ya tenían experiencia en ello?

La tiene experiencia de varios años en esto. Además de la experiencia individual de sus profesores, que pueden participar en ensayos clínicos en los lugares donde trabajan. Incluso, antes de la pandemia, inauguramos un centro de investigación para ensayos clínicos. No solo tenemos personal capacitado, sino que junto a la Universidad de San Marcos hemos apostado por tener estos centros especializados para este tipo de investigaciones desde antes de la pandemia, porque ambas instituciones ya lo considerábamos una necesidad.

La Universidad Peruana Cayetano Heredia es una de las que más presencia han tenido en los diferentes proyectos que buscan soluciones para el manejo de la pandemia. (Foto: Universia)
La Universidad Peruana Cayetano Heredia es una de las que más presencia han tenido en los diferentes proyectos que buscan soluciones para el manejo de la pandemia. (Foto: Universia)

— En el proyecto de vacuna peruana, ¿cuál fue el papel que tuvo o tiene la UPCH?

Con Farvet tenemos proyectos de colaboración desde el 2012, para el desarrollo de vacunas avícolas, agropecuarias y hasta pruebas diagnósticas. En el contexto de la pandemia, hay cuatro proyectos con ellos, dos de estos financiados por Fondecyt directamente a la . En cada proyecto, quien recibe el financiamiento es el líder y la otra institución es colaboradora. En el proyecto para la vacuna, el líder es Farvet y la UPCH colabora.

“Apoyamos a la generación de la vacuna y, luego, la idea era usar nuestra experiencia para los ensayos clínicos”.


— Para la gente, era un proyecto de la universidad…

El proyecto de la vacuna de proteína recombinante contra el es el planteado desde el inicio. Los resultados preliminares fueron favorables, pero es una vacuna muy compleja y costosa de hacer. El análisis empresarial decidió dejarla de lado, pero no por los resultados científicos. Los otros modelos de vacuna estuvieron a cargo de Farvet.

— ¿Cómo participaban?

Apoyamos en la generación de la vacuna y, luego, la idea era usar nuestra experiencia para los ensayos clínicos. Ese iba a ser nuestro mayor aporte. . Pero si se dan las condiciones, estamos abiertos a hacer la investigación colaborativa, siempre y cuando respetemos las regulaciones éticas y legales que rigen en el país.

— Las acusaciones a Farvet sobre problemas éticos terminaban involucrando a la universidad...

Por eso donde explicamos cómo hacemos investigación, siempre cumpliendo regulaciones éticas locales e internacionales. En esa posición nos mantenemos.


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