(Ilustración: El Comercio)
(Ilustración: El Comercio)
Elmer Huerta

El Perú está a punto de salir de un largo y nunca antes producido período de obligatorio. El Enterprise Institute de EE.UU. acaba de publicar un ‘blueprint’, hoja de ruta o plan estratégico, para salir de la situación de distanciamiento social en la que se encuentran muchos países en el mundo; en algunos obligatorio, como en el Perú, y en otros voluntario, como en EE.UU. Hoy veremos sus principales puntos.

Para empezar, el reporte enmarca la situación médico-social causada por la pandemia en tres grandes momentos.

El primero –en el que estamos– es la situación de emergencia, en la cual se han dictado severas medidas de distanciamiento social, se han cerrado centros de trabajo, escuelas, eventos multitudinarios, y ha cambiado drásticamente el estilo de vida de millones de personas en el mundo, lo cual ha desbaratado de paso los sistemas económicos vigentes.

El segundo, o etapa de seminormalidad, es el que viviremos durante los próximos meses, y que posiblemente termine cuando se encuentre un tratamiento o vacuna eficaz. En este se tomarán medidas para salir del período de aislamiento social y reactivar la economía, abriendo escuelas, negocios, centros de trabajo y mercados.

El tercero es el que vendrá recién después de que se encuentre una vacuna o tratamientos accesibles y baratos. Sin duda, abrirá un mundo completamente diferente al que tuvimos antes de la pandemia.

Es importante decir que, al no haber experimentado un problema como este, nadie sabe a ciencia cierta cómo hacer para salir. Sin duda que cada país y cada región deberán tener una hoja de ruta diferente.

Bajo esa realidad, según el Enterprise Institute, solo se podrá salir de manera ordenada y eficiente de la situación en que nos encontramos si se logran tres grandes cosas:

1. Datos confiables para identificar áreas de propagación y tasas de exposición e inmunidad en la población.

2. Mejoras en la capacidad e infraestructura de los sistemas de salud regionales y locales para la identificación temprana y la contención de los brotes que se vayan a producir durante el período de salida.

3. Desarrollo de tratamientos médicos y preventivos basados en evidencia que nos permitan proteger a las personas más vulnerables y ayudar a rescatar a quienes se enferman gravemente.

En otras palabras, en condiciones ideales, solo se levantaría el distanciamiento cuando, gracias a la vigilancia y el análisis de datos confiables, se logre demostrar una reducción sostenida de los casos durante al menos 14 días (el período de incubación de la enfermedad), se tenga la capacidad de evaluar y controlar cada caso viral sospechoso que aparezca en la comunidad, y se tenga un sistema hospitalario capaz de tratar todas las infecciones por coronavirus de manera ordenada y eficiente, sin estar en crisis, como la que se tiene en la actualidad.

Bajo ese gran marco referencial, se describen cuatro fases que deben seguirse de manera ordenada para superar la pandemia.

La fase 1, la que vivimos ahora, tiene como objetivo principal salvar vidas y rescatar el sistema de salud, disminuyendo el contagio. Es una etapa de mitigación en la que experimentamos cuarentena obligatoria, distanciamiento social y una severa disrupción de la economía y la vida diaria. Idealmente, en esta fase se debe aumentar la capacidad de hacer pruebas en toda persona enferma y sus contactos cercanos, garantizándose la atención médica, tanto de pacientes afectados de enfermedades comunes como de pacientes con COVID-19.

La fase 2 es el levantamiento ordenado de la cuarentena en regiones que hayan superado la curva de contagios y controlado los casos con coronavirus. Durante este período, podrán abrirse progresivamente escuelas, centros de trabajo y negocios, bajo ciertas reglas fundamentales, tales como el distanciamiento social de dos metros de distancia, el uso obligatorio de mascarillas, la prohibición de espectáculos multitudinarios deportivos, artísticos y conferencias, y la limpieza absoluta de espacios públicos, escuelas, universidades y centros de trabajo. Las personas mayores de 60 años y aquellas con enfermedades crónicas deben limitar actividades comunitarias. De igual modo, los enfermos deberán quedarse en casa y tener acceso inmediato a una prueba del virus para iniciarse la investigación de sus contactos. De producirse brotes locales de la enfermedad, podrán implementarse nuevamente cuarentenas regionales.

La fase 3 empezará recién cuando se dispongan medicamentos efectivos o una vacuna; es decir, dentro de 12 a 24 meses. Recién entonces se podrá volver quizás a una vida parecida a la que teníamos antes de la pandemia.

La fase 4 será en la que nos preparemos para la próxima pandemia. Esto requerirá inversiones en iniciativas de investigación y desarrollo, expansión de la infraestructura y la fuerza laboral de la salud pública, y estructuras claras de gobierno para ejecutar planes de preparación sólidos.

— Corolario —

La humanidad ha sufrido muchas plagas en su historia, pero esta es la primera que ocurre en un mundo económico y tan comunicacionalmente interconectado. Es la primera vez en que la humanidad se encuentra en esta situación.

Leer el reporte del Enterprise Institute deja la sensación de que no existe una receta única para salir de la situación en que nos encontramos. Cada localidad deberá resolver sus problemas tomando en cuenta sus fortalezas y debilidades. El Perú, con un sistema nacional de saneamiento y salubridad prácticamente inexistente, una eterna deficiencia en el presupuesto del sector salud, un sistema de salud partido en múltiples pedazos, una informalidad rampante, un canibalismo político y severas desigualdades, tiene que resolver su problema de manera diferente al de cualquier otro país.

*El Comercio mantiene acceso libre al contenido sobre el COVID-19

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¿Cuáles son los síntomas del nuevo coronavirus?

Entre los síntomas más comunes del COVID-19 están: fiebre, cansancio y tos seca, aunque en algunos pacientes se ha detectado dolor corporal, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta y diarrea. Estos malestares pueden ser leves o presentarse de forma gradual; sin embargo, existen casos en los que la gente se infecta, pero no desarrolla ningún síntoma, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, la entidad dio a conocer que el 80 % de personas que adquieren la enfermedad se recupera sin llevar un tratamiento especial, 1 de cada 6 casos desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar, la gente mayor y quienes padecen afecciones médicas subyacentes (hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes) tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y que solo el 2 % de los que contrajeron el virus murieron.

¿Quiénes son las personas que corren más riesgo por el coronavirus?

Debido a que el COVID-19 es un nuevo coronavirus, de acuerdo con los reportes que se tienen a nivel mundial, las personas mayores y quienes padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes son las que desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

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