Dublín (EFE). El análisis del ADN que contienen pergaminos antiguos o documentos como el famoso “Libro de Kells” irlandés podría revelar secretos del ganado desconocidos durante más de mil años, informó el Trinity College de Dublín.
Científicos de este centro académico y de la Universidad inglesa de York colaboran en un proyecto encaminado a diseñar un mapa que detalle los cambios genéticos experimentados durante siglos por el ganado vacuno o bovino en las islas de Irlanda y del Reino Unido.
Para ello, los expertos deben recuperar el ADN de los huesos de vacas, ovejas o cabras con miles de años de antigüedad, un proceso que no asegura la obtención de material genético de buena calidad debido a que los restos han estado expuestos a los elementos y al paso del tiempo.
Según explicó el catedrático de genética poblacional del Trinity Dan Bradley, uno de los responsables de la investigación, una alternativa es analizar el ADN de esos animales que ha quedado atrapado en los pergaminos o libros antiguos, dado que están elaboradas con su piel.
Antes de pasar a la fase del estudio específico del ADN, los científicos han publicado en la revista especializada “Philosophical Transactions of the Royal Society B” una serie de conclusiones sobre este método de extracción de material genético en documentos y pergaminos.
“Entre los hallazgos de este estudio destaca el hecho de que se ha demostrado que un pergamino es un sustrato muy adecuado para el análisis de ADN a gran escala”, indicaron los expertos.
Estos resultados, explican los científicos, sugieren que la “producción de genomas históricos completos” es una “posibilidad realista”.
“La elaboración de más secuencias con muestras extraídas de pergaminos en diferentes periodos de tiempo y lugares debería permitir la construcción de mapas genéticos de diferentes variedades de especies domésticas, lo que ofrecería importantes conocimientos sobre la historia de la cría de animales en los últimos mil años”, señaló el texto.
Científicos del Trinity College de Dublín ya recurrieron a estas técnicas para desentrañar los misterios de una de las joyas del arte medieval que guarda su biblioteca: “El Libro de Kells”.
Más de medio millón de personas visitan cada año este documento lleno de intrincadas y coloristas ilustraciones creadas por monjes anónimos hacia el año 800 de nuestra era.
En una primera fase, los expertos aplicaron durante la investigación rayos láser para establecer, por ejemplo, la composición y origen de los pigmentos utilizados.
Más adelante, también efectuaron análisis con rayos X e infrarrojos, así como estudios de ADN de sus páginas, que son pergaminos hechos con la piel de más de 200 terneros.