¿Los genes influyen en poder tener un matrimonio feliz? (Foto referencial: Pixabay)
¿Los genes influyen en poder tener un matrimonio feliz? (Foto referencial: Pixabay)
Redacción EC

Un grupo de científicos publicó recientemente un estudio en la revista en el que indaga la posibilidad de que algunas personas estén dotadas por naturaleza para ser mejor pareja que otras. Según la investigación, el éxito en un matrimonio podría estar determinado por algunas específicas.



El equipo liderado por Joan Monin, de la Escuela de Salud Pública de Yale (EE.UU.), analizó 178 matrimonios entre 37 y 90 años. Mediante un formulario, los participantes expresaron sus sentimientos de seguridad y satisfacción con sus parejas. Además, se les tomó una muestra de saliva de la que se extrajo información genética.

La clave está en la hormona oxitocina

Las pruebas mostraron que, independientemente de las experiencias que un matrimonio haya tenido, las parejas en las que al menos uno de los miembros presentaban la variante del receptor de la oxitocina OXTR rs53576 afirmaban tener una mayor satisfacción y más seguridad en su vida de casado. Pero ¿qué es la oxitocina?

Se trata de una hormona que es fundamental a la hora de modular las emociones y el comportamiento social, así como en la formación del vínculo entre madre e hijo, los vínculos sociales y en el apego a la pareja.

En el estudio se señala que tampoco se encontraron diferencias por género en la percepción del bienestar en pareja, algo que según sus autores, “sugiere que los marcadores genéticos pueden ser más importantes en el contexto del funcionamiento de una relación íntima que los roles de género aprendidos en el entorno a lo largo de la vida”.

“Este estudio muestra que cómo nos sentimos en nuestras relaciones íntimas se ve influido por algo más que las experiencias que compartimos con nuestros compañeros a lo largo del tiempo”, afirma Monin. “En el matrimonio, la gente también se ve influida por su predisposición genética y la de su compañero”, añade.

No obstante, cabe señalar que la investigación se ha hecho sobre una muestra reducida, por lo que no se puede hablar de una regla general. El resultado obtenido no significa que esa variante genética sea necesaria para vivir feliz en pareja o que sea el único factor que determina que una persona desarrolle rasgos que favorecen buenas relaciones como una menor inseguridad en la forma de construir las relaciones.

Los mismos investigadores reconocen en su trabajo que las experiencias sociales previas con sus familiares o en parejas anteriores suponen la principal influencia en la aparición falta de autoestima, una elevada sensibilidad al rechazo o una búsqueda excesiva de aprobación, que después empeoran la vida matrimonial o de pareja.

En todo caso, la influencia del genotipo adecuado en ambos miembros de la pareja llegaba al 4% de la satisfacción en su matrimonio, un porcentaje pequeño, pero importante comparado con la influencia de otros factores.

Síguenos en Twitter...

Contenido sugerido

Contenido GEC