(Foto: AFP)
Redacción EC

, recordado delantero inglés, recientemente dio a conocer que su carrera futbolística le habría dejado como consecuencia severos daños neurológicos a causa de sus los constantes remates de cabeza que realizó a lo largo de esta.

Shearer era un especialista en esta clase de remates y a lo largo de su carrera en la Premier marcó 260 goles y aproximadamente uno de cada cinco de estos fue de cabeza.

"Cuando uno se convierte en profesional, se espera tener más tarde problemas de espalda, rodilla o tobillo. Pero jamás pensé que el fútbol estaría relacionado a enfermedades cerebrales", confesó el inglés.

Tras realizarse diversas pruebas médicas, el goleador de Newcastle se topó con resultados más que preocupantes sobre el futuro de su salud mental, que estarían asociados a los golpes que su acumuló a lo largo de los años. El mismo Shearer calificó su memoria de “horrible”.

“Por cada gol que anoté de cabeza marqué mil en los entrenamientos, eso me pone en riesgo si es que hay un vínculo entre ambos factores. Es un deporte duro y brillante, pero hay que estar seguros de que no sea un juego mortal”, explica Shearer.

Daño neurológico

Hay quienes consideran el fútbol como un deporte de contacto y, pese a que la naturaleza del juego no esté necesariamente ligada a la brusquedad, esta disciplina no está exenta de traumatismos y lesiones de consideración.

Lo llamativo es que muchas veces se pasa por alto el impacto que podrían llegar a tener, en el largo plazo, los golpes en la cabeza producidos por el impacto del balón o el choque con otros futbolistas. Si bien en todos los otros casos, las consideraciones sobre riesgos potenciales son muy leves, los neurólogos muestran una preocupación creciente sobre el daño que podría ocasionar el llamado 'juego aéreo'.

Si bien los estudios no son abundantes, hay trabajos que han encontrado correlación entre el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en futbolistas retirados. Uno de estos fue llevado a cabo de forma conjunta por de la Universidad de Sao y la Universidad de California.

Dicho trabajo se realizó entre antiguos deportistas ingleses y brasileños con un gran historial de golpes en la cabeza, revelando que un alto porcentaje de ellos dio muestras de desarrollar esta particular forma de demencia. Las autopsias también revelaron que muchos de estos deportistas en retiro presentaban evidentes casos de encefalopatías traumáticas crónicas (CTE).

¿Qué es la CTE?

La encefalopatía traumática crónica es una enfermedad neurodegenerativa provocada por lesiones cerebrales repetidas, particularmente las concusivas y subconcusivas. La concusión es la pérdida de la conciencia producida por un golpe en la cabeza y suele estar acompañada por un breve periodo de amnesia.

Actualmente se busca identificar si los golpes a la cabeza producidos por la actividad futbolística pueden provocar el suficiente daño cerebral como para que un practicante de este deporte desarrolle este mal a largo plazo.

Más trabajos

Pese a lo citado, la evidencia hasta ahora no es concluyente, por lo que la Facultad de Medicina Albert Einstein de Nueva York decidió profundizar en la materia con una nueva .

“Decidimos centrarnos en el fútbol porque es el deporte más popular”, explicó Michael Lipton, director del estudio. Para tal fin, el equipo ha analizado a cerca de 400 jugadores aficionados para probar sus habilidades cognitivas.

El estudio inició hace ya algunos años y sigue en proceso, pero Lipton se basa en otro trabajo de pequeña envergadura, publicado en la revista "Radiology", en donde analizó a  que habían practicado el deporte a lo largo de 22 años.

En ese caso se llegó a establecer que desde los 1800 cabezazos al año, la respuesta cognitiva de los futbolistas analizados se reducía, ubicándose la media entre 900 y 1.500 cabezasos.

Como la muestra era pequeña, era necesario realizar un trabajo de mayor envergadura para comprobar si estos resultados se correspondían con los que podría brindar una muestra mucho más grande.

"Desde luego, quiero añadir que consideramos el fútbol una excelente fuente de beneficio físico. Lo que queremos es comprender el papel que juegan los cabezazos y saber cómo mejorar la seguridad de este deporte y facilitar su expansión", explicó Michael Lipton hace unos años.

Otros deportes

Tradicional mente la CTE ha sido asociada al box –al punto de llegar a ser llamada previamente “demencia pugilística” –, aunque en tiempos más recientes también se la ha asociado al fútbol americano y las artes marciales.

Se estima que los practicantes de boxeo comienzan a presentar deterioro mental entre los siete y los 35 años posteriores a su retiro y se estima que las CTE pueden encontrarse entre el 40% y el 80% de los boxeadores profesionales.

El boxeo –y cualquier otro deporte que implique noquear al oponente– está prohibido en Suecia y Noruega, mientras que en el Reino Unido, la Asociación Médica Británica viene reclamando desde hace años la prohibición de esta disciplina.

En cuanto al fútbol americano, fue particularmente alarmante el resultado de un estudio publicado en “”, que terminó encontrando daño cerebral en 110 de 111 cerebros donados a la ciencia por antiguos jugadores de la NFL, la liga profesional de fútbol americano de Estados Unidos.

En total, se analizaron 202 cerebros de personas que jugaron fútbol americano en distintas categorías. El CTE estuvo presente en 177 (87%) de las personas estudiadas y solo tomando a los profesionales la cifra llegaba al 99%.

Conforme el nivel de práctica llegaba a las competencias universitarias o de secundaria, el nivel de incidencia se iba reduciendo. En la última década los registros de enfermedades mentales en los profesionales retirados del fútbol americano despertaron las alarmas de los profesionales de la salud y la opinión pública.

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