La industria busca alternativas para que calentar el tabaco en lugar de quemarlo. ¿Será esa la única meta para las tabacaleras? (Foto: AFP)
La industria busca alternativas para que calentar el tabaco en lugar de quemarlo. ¿Será esa la única meta para las tabacaleras? (Foto: AFP)
Diego Suárez Bosleman

Es imposible no ir con una idea preconcebida al Foro Global de la Nicotina (FGN), que se llevó a cabo la semana pasada en Varsovia (Polonia). Cada año, aproximadamente 7 millones de personas mueren a causa del tabaco y casi 900.000 son no fumadores expuestos al humo del , que contiene al menos 250 compuestos químicos nocivos y más de 50 cancerígenos. Bajo esos hechos, ¿es posible cambiar el panorama causado por este tipo de productos?

–ADIÓS AL HUMO–

“Reduciendo el daño, salvando vidas”. Ese fue el lema de esta edición del FGN, que se centró en dar a conocer los últimos resultados tecnológicos y científicos en el diseño de sistemas alternativos de entrega de nicotina que buscan impedir la generación del humo, como el electrónico y el ‘snus’ (tabaco no destinado a ser fumado). Pero otros productos que marcaron la pauta en el foro fueron aquellos capaces de calentar y no quemar el tabaco (o ‘heat not burn’).

“El principal riesgo del tabaco está en la combustión, en el proceso de quemado. Esto libera dióxido de carbono (CO2), un aproximado de 4.000 químicos, sumados a los que se adhieren al tratar el tabaco. Eso es lo que provoca las enfermedades y las muertes”, dijo a El Comercio Linda Bauld, del Centro de Estudios de Tabaco y Alcohol del Reino Unido.

Los dispositivos que calientan, pero no queman –como son llamados– alcanzan temperaturas controladas, que en algunos casos llegan a los 240 °C o 250 °C. Así calientan lo suficiente el tabaco sin llegar a la combustión. Al no quemarlo, cada vez que se ‘golpea’, el usuario exhala un aerosol generado principalmente por la evaporación de elementos como el agua, la nicotina y la glicerina (formador de aerosoles).

Según Thomas Mc Garth, director de productos de riesgo reducido de la tabacalera Philip Morris, quien dio una conferencia durante el FGN, estos dispositivos pueden reducir en un 90% la cantidad de toxinas que liberan usualmente los cigarros tradicionales.


–¿Y LA NICOTINA?–

Según Bauld, la información que se tiene hasta la fecha indica que la nicotina está vinculada a la aceleración del cáncer; es decir, provocaría que un tumor se desarrolle más rápido. No obstante, recalca que la evidencia viene del laboratorio, de exponer a células y roedores a este compuesto. “No tenemos ninguna evidencia de riesgo de cáncer por solo nicotina en humanos”, afirma.

80% de los más de mil millones de fumadores en el mundo vive en países de ingresos bajos o medios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

50% de los consumidores de tabaco puede fallecer debido a este hábito.


Sin embargo, las cosas no son necesariamente así para Enrique Ferrer, cirujano torácico de Oncosalud. “Cuando la célula empieza a cometer errores y se empieza a hacer cancerosa, hay mensajeros intracelulares que inducen la muerte celular programada (apoptosis). La nicotina sola, sin haber sido quemada, tiene la capacidad de inhibir este mecanismo de autorregulación celular, lo que promueve el cáncer. Eso se ha demostrado desde los 90. No hay duda de eso”, explica a este Diario el experto. Agrega que las pruebas se han hecho en cultivos de células del epitelio respiratorio humano normales. “Hacer pruebas en humanos sería antiético”, sustenta.

“Cuando se demuestra que una exposición a una sustancia es carcinogénica en tejidos celulares bien establecidos, bien reconocidos como reproductores de lo que ocurre en el ser humano, ya se hace bastante antiético someter al hombre a lo que ya se demostró en un tejido extrahumano muy parecido a él”, afirma.


El principal riesgo de la nicotina sigue siendo su amplia adicción, comentó a El Comercio Edgar Amorín, cirujano oncólogo de tórax de la Liga contra el Cáncer.


“La nicotina es una droga que condiciona una enfermedad adictiva. Altera diferentes áreas del organismo, desde la parte respiratoria, vascular, neurológica, etc. No es cuestión de bajar la dosis o divorciarla de los humos que contaminan. La nicotina es más adictiva que la marihuana, pasta básica y cocaína”, afirma Amorín.

Prevenible. El tabaco es la principal causa evitable de cáncer en el mundo. En muchos países el 40% de los casos de cáncer se puede prevenir y el 15% está relacionado con el tabaco.

Reemplazo. Cerca de 1,5 millones de personas dejaron el tabaco usando cigarrillos electrónicos en Reino Unido, según Linda Bauld

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