Washington. (EFE). Los pinzones de Darwin, en las islas Galápagos, se libraron de las larvas de mosca que parasitaban a los pichones y las madres gracias al uso en sus nidos de fibras de algodón con insecticida, según un artículo que publica la revista Current Biology.
El estudio, encabezado por Sarah Knutie de la Universidad de Utah, encontró que los pájaros aprovecharon las fibras de algodón con insecticida que los científicos pusieron a su alcance para tejer sus nidos.
Los investigadores colocaron treinta dispensadores, algunos con algodón tratado con permetrin y otros con algodón tratado con agua en diferentes áreas del terreno a estudio en las Galápagos. Cuando terminó la temporada de crianza recogieron los nidos y encontraron que el 85% de ellos contenía el algodón.
Los resultados fueron muy alentadores para los científicos, que estaban preocupados por la supervivencia de todos los pinzones y en particular el llamado pinzón de los mangles, de los cuales sobreviven menos de cien en las Galápagos.
Knutie explicó que las moscas fueron introducidas recientemente en el archipiélago, donde se han convertido en parásitos presentes en casi todas las especies de pájaros que anidan en las Galápagos. El problema lo causa la larva, no la mosca. Las moscas adultas depositan sus huevos en los nidos de pájaros y cuando las larvas salen se alimentan de la sangre de los pichones y de su madre.