El lado 'sucio' de los jabones antibacterianos
El lado 'sucio' de los jabones antibacterianos

El deseo de mantener a raya las enfermedades y de tener un ambiente libre de gérmenes ha causado que en los últimos años cada vez más personas compren detergentes, geles y jabones antibacterianos. Pero esa búsqueda de higiene puede generar efectos totalmente contraproducentes y poner en riesgo la salud.

A pesar del “poder antibacteriano” de estos productos, uno de sus componentes principales, el antiséptico triclosán, ha sido vinculado con la aparición de fibrosis hepática y cáncer, según publicó en el 2014 la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”.

Aunque esto se demostró en ratones de laboratorio, los expertos indicaron que ocurre “a través de los mecanismos moleculares que también son relevantes en los seres humanos”.

“El aumento de la detección de triclosán en muestras ambientales y su cada vez más amplia utilización en productos de consumo pueden superar su beneficio moderado y presentar un riesgo muy real de toxicidad en el hígado”, advirtió Robert H. Tukey, autor principal de la investigación. Asimismo, se han hallado rastros de triclosán en muestras de leche materna y en orina de humanos.

Pero eso no es todo. Un estudio publicado en el 2012 en la revista “Allergy” que fue realizado en Noruega encontró una relación entre niveles altos de triclosán en la orina de niños de 10 años y el desarrollo de rinitis.

Según el estudio, este antiséptico puede modificar la flora bacteriana en la piel, en la boca y en el intestino. Y al modificar esta cantidad de bacterias ‘buenas’, aumenta el riesgo de adquirir alergias.

–No tan eficaz–

Los efectos negativos del triclosán son varios. Inclusive, un reporte en la “Smithsonian Magazine” indica que altera la función muscular tanto en humanos como animales. Pero a pesar de todos los riesgos, lo más importante para muchos es que este tipo de productos pueda eliminar a todos los gérmenes que los rodean. Sin embargo, no sería así.

Para descubrir si un jabón antibacteriano con triclosán es más efectivo que un jabón tradicional, especialistas midieron sus efectos frente a 20 cepas peligrosas de bacterias, como la ‘Escherichia coli’, la ‘Listeria monocytogenes’ y la ‘Salmonella enteritidis’.

Se colocaron las bacterias en placas de Petri junto al jabón con triclosán o uno común, y se calentaron estos recipientes a 22 o 40 grados Celsius para simular los efectos del agua caliente.

Además, algunos voluntarios se colocaron en las manos muestras de la bacteria ‘Serratia marcescens’ –que se encuentra comúnmente en los baños– y se dividieron el uso de cada tipo de jabón.     

Los resultados –publicados en la revista “Journal of Antimicrobial Chemotherapy”– no mostraron una diferencia significativa entre ambos tipos de productos para la higiene personal. No obstante, se descubrió que los efectos antibacterianos de los jabones con triclosán aumentan más luego de 9 horas de ser utilizados. 

Más datos

EE.UU., Canadá, Japón, Australia y China permiten vender productos para la higiene con un máximo de 0,3 de triclosán.

La FDA se encuentra estudiando el impacto que tiene el triclosán en la salud de los seres humanos.

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