(Foto: AP)
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Diego Suárez Bosleman

Para acabar con los 16 años de ausencia de Colombia en un mundial de fútbol, el técnico José Pekerman contrató a un psicólogo deportivo. De la mano del argentino Marcelo Roffé, autor de 10 libros sobre psicología y deporte, la selección cafetera no solo llegó a Brasil 2014, sino que se posicionó como el quinto mejor equipo del mundo.

Cabe entonces preguntarse: ¿fortalecer la mente de un deportista realmente puede hacer la diferencia?

–Excediendo límites–

“Cuando las capacidades físicas, técnicas y tácticas pasan a un segundo plano, la última frontera para seguir adelante es la fortaleza mental; es ahí donde tenemos que trabajar. Un deportista que no tiene una adecuada fortaleza mental no va a salir adelante”, explica a El Comercio Luis Gómez, psicólogo deportivo de la Asociación Peruana de Psicología del Deporte y el Ejercicio (Apepside).

Esto puede sonar sacado de una charla motivacional, pero el no saber lidiar con la ansiedad y la presión propias de una competencia deportiva se traduce en tensión muscular, cólicos, dificultad para respirar y visión borrosa.

“Imagínate a un deportista que en plena competición empiece a respirar mal o que sus músculos no le respondan adecuadamente. Ya no rinde”, comenta Jorge Lazo, médico psiquiatra.

Estos elementos se vuelven una carga mayor cuando se representa a un país, pues “tiraniza las mentes de estos jugadores impidiéndoles dar su mejor performance o su máximo potencial”, indica Roffé, citado por el portal Río Negro.

Para Gómez, el tema de la presión y la ansiedad es parte de lo que se conoce como fortaleza mental, la capacidad para afrontar dificultades, y está formada por aspectos como la autoconfianza, el autoconcepto, la motivación, el control emocional y la autoeficacia.

Y como si se tratara de un músculo, se entrena la fortaleza mental. Para esto, los psicólogos deportivos trabajan con técnicas de respiración, para que el jugador pueda recuperar energía ante una situación de estrés; de atención y concentración, para bloquear elementos como el ruido y los insultos por parte de la hinchada contraria; y de visualización, que permite al jugador crear distintos escenarios para saber cómo responder a ellos.

–Destruyendo predisposiciones–

Antes de la llegada de Ricardo Gareca y su nuevo cuadro, que revivió el sueño de pisar un mundial, las figuras futbolísticas peruanas de las últimas generaciones fueron más conocidas por sus escándalos públicos que por sus triunfos en las canchas. De acuerdo con Ricardo Montoya, periodista deportivo y psicólogo, este tema es muy delicado, pues los jugadores jóvenes tienden a imitar, tanto en lo bueno como en lo malo, a sus antecesores, fenómeno llamado aprendizaje vicario.

“Hay varios jugadores peruanos que han replicado conductas negativas de sus antecesores”, le dijo a El Comercio, aunque recalca que lo que ha hecho Gareca en estas Eliminatorias ha sido descondicionar conductas, como “nos meten un gol nos caemos” o “siempre perdemos en esta cancha”.

Del mismo modo, Montoya recalca la importancia de un líder dentro de un equipo, aquel que está comprometido con los objetivos del equipo y logra influenciar de forma positiva en cada jugador.

“El líder genera seguridad. Él pide la pelota. Él toma los riesgos. Él controla la situación. Se trata de un tema de solidaridad”, afirma el periodista.

–La habilidad de 'Garrincha'–

Manuel Francisco dos Santos, más conocido como ‘Garrincha’, ayudó a Brasil a ganar el Mundial de Suecia 58 y Chile 62. Pero a pesar de ser considerado uno de los mejores jugadores de su época, para el psicólogo de la selección brasileña de ese entonces, Garrincha era “un débil mental no apto para desenvolverse en un juego colectivo”.

“Tenía la autoestima chiquitita, se sentía poco valioso. Había tenido un cuadro familiar complicado y había sufrido polio de niño”, afirma Ricardo Montoya. Sin embargo, recalca que tenía un buen sentido de autoeficacia; es decir, sabía que era capaz de grandes hazañas en la cancha. Lamentablemente, fue víctima de sus adicciones y murió en la miseria.

–Para tener en cuenta–

1. Líder perdido: Durante el Mundial de EE.UU. 94, Diego Maradona fue sacado del certamen al salir positivo en el control antidopaje. Al perder a su líder, la selección argentina perdió sus dos siguientes partidos: contra Bulgaria y Rumanía.

2. El trabajo: Según Luis Gómez, el trabajo del psicólogo deportivo es a largo y mediano plazo, y los resultados se pueden ver a lo mucho luego de seis meses.

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