Un oso panda nació este lunes en el zoo Ueno de Tokio (Japón), el primero en cinco años en dicho parque, tan pequeño que cabe en la palma de la mano.
La madre, Shin Shin, de 11 años y 110 kg, dio a luz poco antes del mediodía, anunciaron los responsables del zoológico en un comunicado. El recién nacido, que no se despega de su madre, no pudo ser pesado todavía pero se calcula que rondará los 150 gramos, según la misma fuente.
Los pandas, cuando llegan al mundo, son de color rosado y no tienen pelo. "Suele ser difícil determinar el sexo", declaró un portavoz a la AFP, agregando que a vece se cometen errores en este sentido.
Shin Shin, que se apareó con Ri Ri en febrero, ya había parido en 2012. Aquel fue el primer nacimiento de un panda en este parque en 24 años, pero el osezno murió de neumonía seis días después.
Al macho panda le cuesta saber cómo y cuándo aparearse y cuando lo hace, la cópula suele ser demasiado breve. Además, las hembras solo pueden ser fecundadas durante un periodo de dos o tres días al año, por lo que los nacimientos de pandas son siempre acogidos con júbilo.
Según las estimaciones, quedan en libertad menos de 2.000 de estos grandes úrsidos de pelaje blanco y negro y orejas redondas, en tres provincias del centro-sur de China.