(Foto: EFE)
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Redacción EC

El mundo entero miraba atónito cómo 900 años de historia se consumían con el fuego que atacaba la , que es visitada por 13 millones de personas al año.

Imágenes de la televisión local mostraban cómo los bomberos, en un primer momento, usaban agua para sofocar las llamas del incendio que devoraba monumento histórico más visitado de Europa, pero muchos dieron la voz de alerta: el agua podía hacer más daño que bien.

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Según explicó a El País Javier Ribera Blanco, subdirector del Instituto de Patrimonio Cultural de España, era mejor dejar arder la madera y la pizarra de Notre Dame que echar agua a la estructura debido a que esta es de piedra, y esta, por sus características físicas y químicas, la absorbe.

Si la piedra de la catedral absorbe una cantidad importante de agua, aumenta su peso considerablemente y puede desplomarse. En este punto, lo más importante es conservar lo más que se pueda la estructura original.

El experto, que también es catedrático de restauración arquitectónica, señala que la catedral de León, que sufrió un incendio en 1966, se salvó porque se evitó verter agua sobre la piedra. La parte que resultó dañada pudo lograr ser restaurada sobre la estructura original de piedra.

Además, en Notre Dame “el fuego derretirá el plomo que las une y estallarán si las llamas no son controladas a tiempo”, dijo Ribera al mencionado diario.

El propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sugirió usar un helicóptero para echar agua desde el aire y así acabar con el incendio en Notre Dame.

Los expertos en estructuras descartaron este recomendación que parece una solución rápida, pues el peso del agua sobre el techo de piedra habría hecho que se desplomara y cayera de todos modos, por lo cual lo descartaron.

Luego de que el incendio terminara, el gobierno francés anunció que los bomberos evitaron que el fuego llegue a las torres y pudieron evitar su derrumben.

"Una veintena de funcionarios, poniendo en peligro sus vidas entraron en las dos torres para abordar el fuego desde el interior y eso permitió salvar el edificio", señaló el número dos de Interior desde la explanada de la catedral.

Ahora la misión será también extraer, con ayuda de expertos, algunas obras de arte que no pudieron sacarse, añadió.

Los servicios de extinción de incendios calculan que el fuego se propagó por unos mil metros cuadrados de la cubierta, aunque el objetivo que se marcaron, que era preservar las torres Norte y Sur, se alcanzó.

La Fiscalía de París lanzó una investigación desde anoche por destrucción involuntaria por el fuego. Las autoridades privilegian la pista accidental.

Fuente: Agencias

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