Chile, El Mercurio/GDA
Escuchar música mientras se trabaja se ha vuelto un hábito común tanto para los que están frente a un escritorio o para los que deben cumplir tareas en movimiento.
Diversos estudios científicos han demostrado que escucharla en el trabajo puede tener un impacto positivo en la productividad, la creatividad y el bienestar de los trabajadores.
Una investigación de la Universidad de Windsor, en Canadá, que siguió a 56 trabajadores del rubro de tecnología de la información, encontró que aquellos que escuchaban música completaban las tareas más rápido y se les ocurrían mejores ideas que los que no lo hacían.
“Según los autores, la música puede ayudar a conseguir mejores resultados, ya que permite al cerebro asociar el trabajo con algo que considera positivo y que vale la pena repetir”, comenta sobre el estudio Sergio Mora, neurobiólogo y profesor de Farmacología y Neurociencias de la Universidad de Chile.
En ese sentido, Mora explica que escuchar música que sea del agrado de cada uno liberadopamina en el circuito cerebral del placer, lo que induce la motivación y deseos de repetir la experiencia.Sin embargo, no toda la música resulta positiva cuando se requiere concentración, advierte Claudia Donoso, directora del Magíster de Neurociencias de la Universidad Finis Terrae.
Cuando se necesita resolver problemas, hacer síntesis o analizar tareas, el mejor tipo de música es la clásica y barroca. Esto tiene un fundamento científico:
“La alerta cortical en el cerebro, necesaria para la concentración y atención sostenida, se incrementa con música que está centrada en la melodía; es decir, cuando está clara la frecuencia, la intensidad y el ritmo”, explica Donoso.
Las canciones con instrumentos de cuerda, por ejemplo las de Mozart, son las que más aumentan la concentración, ya que presentan un perfecto equilibrio entre melodía y ritmo, dice Donoso.
La música estilo rock, hip-hop o punk, en cambio, está orientada al movimiento. En ese sentido, se recomienda para labores como la construcción, la carpintería o el deporte.
Para aumentar el efecto positivo sobre la concentración, los especialistas recomiendan que la escucha sea activa e interactiva, y no pasiva (cuando la melodía solo está de fondo mientras se hace una tarea).
“La persona enfoca su atención en la música presente. No solo escucha con el oído, sino que es una experiencia multisensorial: está involucrada la vista, el movimiento y la memoria”, dice Egidio Contreras, profesor de música de la asociación educativa Potenciación Creativa.
La música activa los centros del lenguaje en el cerebro, promueve la memoria y mejora la marcha y la coordinación motora, según un estudio de la Universidad de Florida.