El reto de la diabetes en el adulto mayor
El reto de la diabetes en el adulto mayor

La es una de las enfermedades más representativas de nuestra modernidad. Un estilo de vida poco saludable y una casi inexistente actividad física terminan por desencadenar, a lo largo de los años, una enfermedad que se pudo prevenir y que se deberá sobrellevar el resto de la vida.


Si a esto le sumamos que la esperanza de vida cada vez es mayor, la cosa se complica a raíz de las dolencias relacionadas con la edad. “Se calcula que los adultos mayores con tienen, en promedio, otras cinco enfermedades más, que pueden ser devastadoras”, indicó a El Comercio la argentina Ana Lía Cagide, médica endocrinóloga  y vicepresidenta de la Asociación Latinoamericana de Diabetes, que participó en el precongreso Diabetes en el Adulto Mayor, organizado por la Asociación de Diabetes del Perú (Adiper).

Para la experta, la comorbilidad (presencia de más de una enfermedad), la tendencia a la hipoglucemia (poca glucosa en la sangre) y los típicos síndromes geriátricos (dolores crónicos, tendencia a caídas, interacciones medicamentosas, etc.) son variantes muy importantes que se deben tener en cuenta al momento de diseñar un tratamiento adecuado para un paciente de tipo 2 en la tercera edad.


—Personalizado—


Para el doctor Hermes Flórez, profesor de la Universidad de Miami y director del Centro Clínico de Geriatría, Investigación, Educación de Miami, un cambio en el estilo de vida es el primer paso para un tratamiento efectivo de la en la tercera edad. Pero aclara que todo debe ajustarse a la necesidad de cada paciente.

“Hay modalidades de ejercicios: en piscinas, algunos podrán montar bicicleta o caminar a un paso firme. La idea es que mantengan la actividad física o preservar la movilidad con ejercicios pasivos en los miembros superiores. También pueden realizar rutinas en las que utilicen su propio peso sin necesidad de estar levantando pesas que ofrezcan mucha resistencia”, explica a este Diario.

En cuanto a la alimentación, el especialista venezolano resalta la importancia de la vitamina D. “Esta se asocia cuando hay riesgo de osteoporosis u osteopenia (pérdida de la masa ósea). Pero en los adultos mayores también hay riesgo de pérdida de masa muscular, lo que se conoce como sarcopenia. Estas condiciones combinadas pueden aumentar el riesgo de caídas”, detalla.

Flórez advierte sobre el creciente número de casos de obesidad sarcopénica. “Creemos que la persona solo está con obesidad, pero su masa muscular está afectada. La grasa se infiltra en el músculo, haciendo que este pierda su calidad y su habilidad de ejercer la fuerza necesaria para las tareas diarias”.

Pero hay una luz al final del camino. La prevención sí funciona.

“Algo tan sencillo como hacer 150 minutos de actividad física a la semana, o sea, solo media hora de lunes a viernes, y comer de manera saludable, inteligente, ayuda mucho. Quienes tengan prediabetes pueden reducir el riesgo de sufrir esa enfermedad. En estudios hechos en EE.UU. se ha demostrado que la prevención funciona incluso más en los adultos mayores. Se han alcanzado reducciones del riesgo del 71% comparado con 58% en otros grupos etarios. Y en Latinoamérica la tendencia es muy similar”, concluye el especialista.

Las cifras

3 millones de personas en el Perú son mayores de 65 años, según cifras oficiales.

347 millones de personas en el mundo, de diversas edades, sufren diabetes según la OMS.

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