Tomás Unger Golsztyn

Últimamente he visto varios comentarios sobre las comunicaciones de la telefonía celular de la quinta generación (5G). Algunos son absurdos, comentando una relación entre esta tecnología y el COVID-19. La verdadera amenaza es que nos estamos quedando atrás en el desarrollo de nuevos avances tecnológicos por la falta de infraestructura, que limitaría la calidad y el alcance de los servicios.