Unen trozos de médula dañada de ratón con nanotubos de carbono
Unen trozos de médula dañada de ratón con nanotubos de carbono

MADRID. Un equipo italiano de investigadores ha logrado crear un material tridimensional de nanotubos de carbono biocompatible con el tejido de la corteza cerebral. Gracias a este avance, los expertos fueron capaces de comunicar neuronas y conectar dos trozos de médula espinal dañada de un ratón.

Los resultados, fruto de 10 años de investigación, han sido publicados en la revista "Science Advances" y muestran un arduo estudio sobre la compatibilidad de los nanotubos de carbono con el tejido nervioso.

Estos nanotubos son como "minúsculos hilos eléctricos capaces de conducir la electricidad", explicó Maurizio Prato, uno de los autores de la investigación, quien recordó que en el tejido nervioso el transporte de electrones e iones es importante.

En una primera parte de la investigación, los científicos constataron como este material tridimensional de nanotubos de carbono -que se presenta como una esponja negra- es biocompatible con el tejido de la corteza cerebral y permite a los nervios crecer correctamente sobre su superficie.

Los investigadores llevaron a cabo un elevado número de experimentos in vitro con células. "Empezamos depositando células sobre un lecho de nanotubos de carbono para ver su comportamiento", indica Prato.

"Hemos visto que estos nanotubos se integran muy bien con las neuronas, consiguiendo que estas se conecten con más eficacia, más de lo normal, teniendo una actividad eléctrica espontánea mucho mayor que si no están los nanotubos", agregó.

-El reto-

En un paso más, los científicos realizaron un experimento in vitro con dos trozos de médula espinal de ratón, que separaron a 300 micras de distancia.

Comprobaron que la esponja de nanotubos de carbono es capaz de reconectar los dos trozos, como si fueran un único pedazo de  médula espinal.

Se trata, según Prato, de unos resultados muy importantes, que abren una nueva puerta en las investigaciones orientadas a la reparación de la  médula espinal dañada, por ejemplo, tras un accidente.

No obstante, advirtió, estos resultados forman parte de una investigación básica, por lo que no hay que levantar falsas expectativas ya que hay que seguir investigando.

"Se trata de una investigación básica muy preliminar que necesita todavía de otros muchos estudios y de un período largo de tiempo para que tenga posibilidades en clínica", subrayó el científico.

El siguiente paso es poner la citada estructura de nanotubos en la  médula espinal de un ratón y comprobar si el animal puede empezar a caminar, experimento que ya se está llevando a cabo en la Universidad de Trieste (Italia), centro al que también está adscrito Prato. 

Fuente: EFE

Contenido sugerido

Contenido GEC