El cirujano vascular Iván Gutiérrez conversó con El Comercio sobre el riesgo de la trombosis, una enfermedad silenciosa muy relacionada con las varices y que ataca más a las mujeres.
El cirujano vascular Iván Gutiérrez conversó con El Comercio sobre el riesgo de la trombosis, una enfermedad silenciosa muy relacionada con las varices y que ataca más a las mujeres.
Diego Suárez Bosleman


La  es un mecanismo de defensa del cuerpo humano. “En la sangre hay células como las plaquetas, que nos defienden en diferentes circunstancias. Cuando hay un sangrado, las plaquetas se encargan de taponear la herida. Cuando estos tapones se forman demasiado pueden empezar a obstruir los vasos sanguíneos. Una trombosis es básicamente lo mismo”, explicó Iván Gutiérrez, cirujano vascular de Flebocenter, que fue entrevistado a través del FanPage de El Comercio en Facebook.


“La es una enfermedad sorda y muda que no avisa si se va a presentar y que puede terminar con la vida de las personas”, agrega el especialista.

Para el cirujano vascular hay dos factores importantes para ser candidato a sufrir de : el genético y tener várices. “En el 20% de los casos se presenta trombofilia, que es cuando nuestro propio cuerpo no está generando plaquetas normalmente y tienden a formar coágulos en diferentes partes del sistema circulatorio. En el 80% de los casos es por varices, que es el ensanchamiento anormal de las venas, lo que genera el enlentecimiento de la circulación”, explica Gutiérrez.

Según el especialista el 100% de casos de várices están relacionados con trombosis. “Una persona con pone en riesgo su vida”, recalca.


Es posible que una persona pueda tener sin darse cuenta, pero hay que determinar si se trata de una versión aguda o crónica. “En el caso de la trombosis crónica se presenta la acumulación de coágulos en la pierna u otra parte del cuerpo del paciente. Esto avanza y continúa obstruyendo la circulación. La persona termina dándose cuenta cuando siente dolor en las piernas, se le acalambran o se hinchan de manera inusual sin que se normalice la situación […] Cuando el coágulo se desprende y se mueve a los pulmones empiezan los dolores de pecho, la falta de respiración y se presentan las embolias pulmonares”, sentencia el experto.

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