El abogado Martín Borgioli, de la ONG Hiperderecho, nos brindó más detalles sobre el aspecto legal relacionado a lá operación de las aplicaciones móviles para taxis.
El abogado Martín Borgioli, de la ONG Hiperderecho, nos brindó más detalles sobre el aspecto legal relacionado a lá operación de las aplicaciones móviles para taxis.
Bruno Ortiz Bisso

El tema de la seguridad alrededor de los servicios ofrecidos a través de las aplicaciones de taxis se ha vuelto a poner sobre el tapete. Es por eso que El Comercio conversó con el abogado Martín Borgioli, director de proyectos de la ONG Hiperderecho, sobre este y otros temas relacionados, en una transmisión hecha a través de nuestra página de Facebook.


“Para empezar hay que recordar que estas aplicaciones no son empresas de taxis. Es más, se autocatalogan como intermediarios entre los conductores y los usuarios, por ello no se enmarcan en la normativa legal de un taxi tradicional”, indicó Borgioli.

El experto nos recuerda que las personas que se afilian como conductores a estos servicios no son legalmente taxistas, sino conductores comunes que usan sus tiempos libres para hacer carrera a personas que necesitan ser movilizadas de un lugar a otro.

“Considero que no debería haber una regulación especial que enmarque la situación de estas aplicaciones móviles, porque si bien existen relaciones entre el usuario y el conductor, no hay una responsabilidad de la empresa que los puso en contacto para el viaje. Legalmente es la misma situación que si se tomara un taxi de la calle. Si hay un problema, la denuncia va contra el conductor”, detalla Borgioli.

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