Algunos modelos de smartphone son resistentes al agua, pero no siempre significa que sean sumergibles o irrompibles. (Foto: Pezibear en pixabay.com / Bajo licencia Creative Commons)
Algunos modelos de smartphone son resistentes al agua, pero no siempre significa que sean sumergibles o irrompibles. (Foto: Pezibear en pixabay.com / Bajo licencia Creative Commons)
Redacción EC

A orillas del mar, en las sierrras o en el campo, los dispositivos electrónicos como el , las tablets o los parlantes portátiles siempre están presentes como compañeros de viaje en las vacaciones. Más allá de evitar las caídas que pueden afectar la pantalla de estos equipos, en algunos modelos ya existen protecciones adicionales para evitar el ingreso del polvo o líquidos.

Sin embargo, estas características adicionales no transforman al  en un objeto irrompible. Al margen del tipo de equipo, sea un parlante Bluetooth o una cámara digital de fotos, los líquidos, el polvo y las temperaturas extremas son los principales enemigos de los dispositivos electrónicos.

A continuación detallamos algunos de los consejos para proteger tus equipos en el verano .

Resistentes a polvos y líquidos 

Algunos modelos de smartphone son resistentes al agua, pero no siempre significa que sean sumergibles o irrompibles ante otros líquidos. Los modelos más sofisticados, como el Galaxy S8 de Samsung o el Apple iPhone 7 o posterior, ofrecen una protección adicional ante salpicaduras de líquidos o ante la presencia de polvo. Sin embargo, la recomendación es que no se exponga el dispositivo a situaciones extremas o intencionales.

Samsung recomienda que no debe estar expuesto al agua jabonosa, caliente o salada. En caso del contacto ocasional con el agua de mar aconseja enjuagar el equipo en agua dulce para retirar cualquier rastro de sal y luego secar con un paño suave. Hay que asegurar que los conectores de carga estén secos.

Apple, por su parte, también recomienda evitar la exposición al mínimo a todo tipo de líquidos, además de evitar situaciones de agua a alta presión (duchas, práctica de deportes acuáticos) o en una sala de vapor como un sauna.

Si un teléfono no cuenta con la protección ante líquidos y fue expuesto al agua, lo ideal es que se evite volver a encender el equipo. Es difícil resistir la tentación de volver a probar si funciona, pero es clave dejarlo en reposo dentro de un recipiente con arroz durante varios días.

Las partículas de arena en la playa son muy dañinas para los dispositivos electrónicos y por eso se aconseja evitar la exposición mediante el uso de bolsas plásticas con cierres herméticos, en especial con las cámaras de fotos.

En resumen, la protección a líquidos y polvos es un aliado para situaciones accidentales, no un escudo infranqueable para proteger al smartphone, tableta o cualquier otro dispositivo electrónico de la arena o un chapuzón en el mar o la piscina.

Baterías lejos del frío y el calor

El frio o el calor extremo son los principales enemigos de las baterías de iones de litio, las más utilizadas en los dispositivos electrónicos. Es por eso que, para extender su vida útil, se recomienda evitar la exposición al sol.

También hay que tener cuidado en la forma de recarga. En detalle, los expertos recomiendan realizar una carga que deje a la batería por encima del 50 por ciento y hasta el 80 por ciento. Si una rutina que puede ser difícil de cumplir, la clave es evitar las cargas consecutivas e intermitentes.

Limitar el uso de las funciones más exigentes del smartphones, como los videojuegos o la reproducción de videos, para evitar un sobrecalentamiento del equipo.

Si la temperatura es muy alta conviene remover la funda, apagar el dispositivo y dejarlo en un lugar fresco. No se recomienda forzar el enfriado ya que puede producirse una condensación interna, con el posterior daño de los componentes electrónicos.

(Fuente: La Nación / GDA)

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