Juan Luis  Del Campo

La era digital ha creado un mundo donde podemos conversar sin dificultad con personas a océanos de distancia y dónde cualquier pregunta puede ser solucionada en segundos con el mínimo esfuerzo. Sin embargo, este conveniente invento no ha sido sin desventajas, permitiéndonos perdernos en este océano de información. Quién no ha perdido horas de su día revisando las últimas novedades en las redes sociales, dejado de lado tareas cruciales para jugar una partida más de nuestro videojuego favorito o quizás aplazado el tan necesario sueño para ver un video más en YouTube, todos estos comportamientos que en exceso pueden indicar que uno sufre de una adicción digital, un mal moderno que según un estudio publicado en el Clinical Psychology Review afecta a alrededor de un cuarto de la población mundial.