El loco y delicioso plan de la CIA para matar a Fidel Castro

En marzo de 1968, Fidel Castro confiscó todos los establecimientos que aún eran propiedad de empresarios privados durante su enfrentamiento con Estados Unidos en la Guerra Fría. Una de las tantas acciones que tuvo el líder cubano que provocó que la CIA intentara matarlo 638 veces con planes cada vez más raros, según se cuenta en Facebook.

Curiosamente, el plan 'más raro' fue el que más cerca estuvo de ser efectivo para acabar con la vida de Castro. Era marzo también, pero de 1963, cuando la CIA decidió utilizar el mayor placer culpable del dictador: los milkshake, cuenta la serie Great Big Story.

EE.UU. temía de las opiniones antiestadounidenses de Castro. Esto llevó a la CIA a ideas planes descabellados y casi de guión de caricaturas: echó polvo químico en sus botas, forró un traje de buceo con bacterias, fabricó cigarros con púas y cigarros explosivos. Pero el plan de envenenarlo fue el menos desastrozo.

La idea era sencilla: colocar veneno en el milkshake de chocolate que siempre tomaba en su heladería favorita. Fidel Castro adoraba los helados. Y es así que la CIA convence a miembros de la mafia para que ejecuten su plan. Es así que estos entregan una pastilla con la fórmula letal a un camarero del establecimiento.

El camarero tenía que deslizar la cápsula en el batido de Castro y listo. Para aguardar el momento preciso, el colaborador guardó la pastilla en el congelador, pero esta se congeló y pegó en el revestimiento del electrodoméstico. Al recoger la píldora esta se abrió y derramó el veneno.

El mozo entonces cambió los planes: decidió que no colaboraría. La misión obviamente fue un fracaso.

Fidel Castro finalmente pasó a ser uno de los gobernantes con mayor periodo en el poder del mundo. Llegó incluso a alardear de que "si sobrevivir a los intentos de asesinato fuera un evento olímpico, ganaría la medalla de oro".