Mobile World Congress. (Foto: EFE)
Mobile World Congress. (Foto: EFE)
Redacción EC

La cancelación del (MWC) de Barcelona (nordeste español), por el temor a un contagio masivo del , podría desencadenar las próximas semanas un lío judicial entre las empresas que tenían prevista su participación en el evento y la propia organización.

Aunque los expertos consultados por Efe destacan que cualquier posible acción legal dependerá de los términos de cada contrato, sí anticipan futuras demandas por parte de las compañías que tenían confirmada su asistencia al evento.

Según explica el socio de Lean Abogados José Miguel Blasco, las empresas podrán exigir la devolución del dinero invertido en expositores, aunque también es posible que reclamen los perjuicios por la no celebración del congreso.

La asociada de Fieldfisher Jausas Mercè Ribatallada cree que en el caso del Mobile la responsabilidad de los organizadores frente a los participantes “está muy limitada”, aunque habrá que ver si las limitaciones son válidas o no conforme a la ley que rige los contratos.

La abogada añade que “es muy discutible” el argumento de la “fuerza mayor” que alegaron desde el congreso para su cancelación, puesto que el Ministerio de Sanidad insistió en que no había un riesgo de salud pública y que se han celebrado en estas fechas eventos similares.

Menos factible ven, en cambio, que la organización del Mobile pueda demandar a gigantes como Sony, LG, Mediatek, Ericcson, Nokia, Vodafone, Facebook, Amazon, Intel, AT&T o Cisco, esto es, a alguna de las veintitrés compañías que renunciaron a su asistencia antes de que se cancelara la cita, el pasado miércoles.

Aún así, habrá que analizar si el congreso tenía algún contrato que obligara expresamente a acudir a las compañías, según Ribatallada, ya que la posibilidad de que el Mobile demande a las empresas por suspender su participación, sin tener una base contractual, sería “poco coherente”.

Seguros de grandes eventos

La gestión aseguradora de un evento de estas características pasa por la contratación de un consultor o bróker, que ofrece al cliente asesoramiento técnico sobre todo el abanico de posibles riesgos a cubrir y que luego actúa como intermediario en el mercado con las propias aseguradoras, que son las que asumen el riesgo.

Además, en contratos de envergadura, las aseguradoras recurren a las reaseguradoras para cederles una parte importante del riesgo contratado.

Es habitual que los grandes contratos se “troceen” en distintas compañías de reaseguro pero hay otra vía, que es acudir a Lloyd`s, una especie de “mercado del seguro”, ubicado en Londres, donde los “sindicatos” (participantes del mercado) asumen una parte o todo el riesgo asegurado.

En todo caso, la clave para que se active la cobertura es que se dé la circunstancia establecida en la póliza, es decir, que si el contrato habla de pandemia el cliente sólo cobrará si una autoridad competente (la Organización Mundial de la Salud o el Gobierno del país, por ejemplo) ha decretado oficialmente la situación.

Los organizadores del Mobile World Congress alegaron cuando explicaron la cancelación del congreso “fuerza mayor”, pero ninguna autoridad ha respaldado mediante una declaración esa circunstancia.

Según el Boletín Diario de Seguros, los organizadores del MWC rechazaron la cobertura de pandemia que les ofreció el bróker Willis Towers Watson, aunque, incluso en el caso de que la hubieran aceptado, esa eventualidad no hubiera quedado cubierta, porque ninguna autoridad ha declarado la existencia de la misma.

El capital asegurado por el Mobile se sitúa por encima de los 100 millones de euros, aunque fuentes del sector anticipan un largo recorrido en los tribunales para dirimir el alcance de la cobertura.

EFE

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