Los hijos de Roberto Gómez Bolaños, llevaron a cabo otro acto en recuerdo a Chespirito, si bien fue completamente privado, por lo que no asistieron al Panteón Francés de la Ciudad de México, señalaron medios locales.
“Queremos ver algunas fotografías, platicar entre nosotros como hermanos y no habrá misa”, señaló Paulina Gómez Fernández, hija de Roberto Gómez Bolaños, en entrevista con “Notimex”.
“Fue sorprendente las muestras de cariño alrededor de nosotros, lo que nos hizo llevar un duelo lleno de amor”, acotó Fernández.
Recordó que en sus años de adolescencia fue rebelde. Dijo que, alguna vez, le dijo que no lo quería, “pero tuve la oportunidad de expresarle mi agradecimiento y demostrarle que no tenía resentimiento alguno”.
Una vez más... GRACIAS 28/Noviembre. (Besos a mi mamá de mi parte). pic.twitter.com/GQPNMZtgJv— Paulina Gomez (@PaulinaGomez) noviembre 28, 2015
Finalmente, Paulina Gómez Fernández reiteró que ella y sus hermanos seguirán unidos, y descartó que existan rencillas con Florinda Meza, viuda de su padre, quien organizó una misa en honor al actor, para este sábado en el Antiguo Panteón Francés, en esta ciudad.
Esta misa es para ti, mi Rober, con todo mi amor.— Florinda Meza (@FlorindaMezaCH) noviembre 28, 2015
El creador de personajes como Chespirito, El Chapulín Colorado y El Chavo del 8 murió el 28 de noviembre de 2014 las 13.15 hora local (19.15 GMT) rodeado por su familia en su casa y aquejado de diversos problemas de salud, entre ellos respiratorios.Roberto Gómez Bolaños fue una figura muy popular en América Latina por sus series de televisión “El chavo del ocho” y “El Chapulín colorado”, hasta el punto de que se convirtió en uno de los mexicanos con más seguidores en Twitter, con 6,6 millones.El comediante manejaba su cuenta en la red social, que durante sus últimos meses de vida se convirtió en el único contacto con su público.
Su reducida estatura (1,60 metros) y su inagotable imaginación le valieron su apodo de “Chespirito”, una forma castellanizada del nombre del dramaturgo inglés Shakespeare y que se lo puso el director de cine Agustín Delgado, quien lo consideraba un maestro del teatro.