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Sheyla Rojas y Pedro Moral. (Foto: USI)
Redacción EC

La ruptura sentimental devenida en espectáculo mediático entre y es la última representante local de una tradición global: las rupturas sonadas de parejas populares que alimentan la curiosidad del público. Pasamos a recordar otros desenlaces sentimentales fatales.



1) Sofía Vergara y Nick Loeb: aquí hay hasta unos embriones congelados en disputa. Cuando todo era felicidad, la actriz y el hombre de negocios querían tener hijos , pero se les complicó cumplir su sueño por la vía tradicional. Entonces recurrieron a la ciencia, por lo que se criogenizaron dos embriones fecundados con materiales genéticos de ambos. Hacia el 2013, el amor entre ellos se iba desvaneciendo. Hoy la guerra legal continúa y los embriones no pueden ser implantados en un vientre de alquiler.

2) Khloé Kardashian y Lamar Odom: esta historia tiene un componente altamente dramático, pues uno de los involucrados estuvo al borde de la muerte en el 2015. Mientras la pareja se separaba, Odom (ex basquetbolista y estrella de Los Angeles Lakers) tuvo una sobredosis en Las Vegas. Entonces la hermana de Kim Kardashian suspendió los planes de separación para socorrerlo. Odom finalmente se salvó de morir. Ahora solo son amigos.

3) Angelina Jolie y Brad Pitt: la ruptura del tándem conocido como ‘Brangelina’ (que cuenta con 6 hijos entre biológicos y adoptados) devino en un divorcio, una investigación del FBI por presuntos maltratos a menores y un proceso judicial por la custodia de los chicos que está lejos de tener su final.

4) Amber Heard y Johnny Depp: era una dupla con un gran poder de atracción. Ella es joven, radiante y bella; y él, un referente de actitud rebelde con estilo. Hasta que, en el 2016, Heard pidió el divorcio. Ella también habló: según la actriz, Depp era violento y abusaba de las drogas. Depp ha optado por concentrarse en su carrera.

5) Madonna y Guy Ritchie: la reino de pop y el cineasta británico lucían como una pareja sólida, hasta que el desgaste, la rutina y los conflictos pudieron más. En el 2008, el divorcio fue inevitable, y y se especuló que este le costó a Madonna más de US$ 75 millones. Años después, comenzó una batalla legal por la custodia de los hijos.

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