Game of Thrones

Para los adictos a las simbologías, "" es un festín. Hasta las comidas tienen significados. El símbolo más poderoso de la serie es, desde luego, el sillón que justifica una parte de su título: el trono de hierro.

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Un trono remite al poder. Una espada hace lo mismo. El trono de hierro junta ambos elementos para potenciar, alterar o pervertir sus sentidos. El objeto más codiciado de la serie está hecho con mil espadas. Es un sillón tan admirado como temido de mil símbolos. Y como se lo están disputando permanentemente, siempre se le están añadiendo nuevas connotaciones. Es un asiento con historias en construcción constante.

El responsable de concebirlo fue el escritor George R.R. Martin. Según sus relatos que inspiraron la serie, Aegon I Targaryen mandó a construir el trono de hierro al comienzo de su reinado. Fue fabricado con las espadas de los enemigos derrotados. La sangre derramada es parte de él. Las mil espadas fueron fundidas y unidas con el fuego del dragón Balerion, más conocido como El Terror Negro. Ellas siguieron filudas. El que se siente en el trono y no es precavido, se puede cortar. Ese fue el efecto buscado por Aegon I: un rey siempre tiene que estar alerta, y para ello no puede estar en una zona de confort. La mitología cuenta que el trono de hierro ha ocasionado la muerte de varias personas, como si este objeto tuviera alma y atacara por su propia cuenta.

—De la solemnidad al márketing—

En la realidad, los tronos pueden remitir a una dimensión mitológica. Así, quien ocupe ese sillón privilegiado adquiere un aura metafísico. Hay una lectura que va más allá de una posibilidad física evidente: el trono eleva a quien se siente en él y lo coloca por encima de otros mortales. Lo que no es visible a los ojos es la sensación de adquirir un poder divino producida por ese sillón imponente. En la mitología griega, por ejemplo, se habla del trono de Zeus, el rey de los dioses.

Los tronos han estado presentes en Occidente y Oriente. El zar Iván El Terrible, de Rusia, o el monarca de la India, Surat Singh, han ostentado su poder desde él.

En pleno siglo XXI, las monarquías siguen conservando sus tradiciones y símbolos, por lo que los tronos son inevitables. Hoy muchos de ellos desprenden un sentido protocolar, pues son usados en ceremonias. Célebre es el trono de Eduardo de la monarquía británica, que está en la abadía de Westminster y que es empleado durante el ritual de coronación.

También hay una lectura menos grandilocuente o desacralizada. Hoy los tronos o sus reproducciones son objetos de mercado. Esta tendencia, obviamente, ha sido catapultada por el fenómeno televisivo que ya estrenó el primer episodio de su temporada final. Aquí conviene hablar de un sentido marketero y publicitario. Para promocionar esta entrega final, la producción de la serie escondió seis tronos de hierro en el castillo Atienza, España; Tumbler Ridge, Canadá; Beberibe, Brasil; Puzzlewood, Reino Unido; Bjorkliden, Suecia; y Nueva York, Estados Unidos. Una vez anunciado el juego, bastaron tan solo minutos para que ellos fueran hallados. Nunca hay que subestimar la intuición y el fervor de los fans.

► Mira aquí nuestro interactivo de La Campaña por Westeros :

ENCUESTA:
¿Cuál es tu personaje de la serie y qué esperas de él en esta entrega de despedida?

Gustavo Rodríguez
Autor de la novela "Madrugada"
"Tengo una debilidad por Arya Stark y Cersei Lannister, por razones muy diferentes, obviamente. En esta temporada me gustaría verlas por fin, frente a frente, una con su espada de aguja y la otra con su coloso robado a la muerte [Gregor Clegane]. Sé que Arya debería vencer según la ley de la recompensa en la ficción, pero mi lado más lúbrico se niega a aceptarlo".

Juan Manuel Robles
Autor de "No somos cazafantasmas"
"Jaime Lannister. Durante toda la serie lo vemos pasar de ser un canalla insensible a convertirse en un hombre de honor. Además, su gran vergüenza —haber apuñalado al rey por la espalda— se entiende luego como un acto de salvación. Es divertidísimo, además. Pero no espero demasiado. '' tiene personajes alucinantes, pero al final es un gran culebrón: el bastardo carismático es el legítimo heredero del trono".

Valerie Vásquez de Velasco
Periodista y conductora de Canal N
"Mi favorito es Jon Snow, quien no deja de sorprender. Y Kit Harington es un actor excelente y versátil que sabe transmitir emociones. Por supuesto, espero que Jon Snow triunfe".

Sebastián Pimentel
Crítico de cine y curador de la muestra "La imagen infinita. Eguren, fotógrafo"
"Tyrion Lannister. Tengo empatía por el actor que lo interpreta, Peter Dinklage. Pero, la verdad, el final de '' no me genera mucha expectativa, aunque espero que su desenlace sea espectacular y no defraude a sus seguidores".

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