"Game of Thrones" presentó la noche del ayer el segundo episodio de su cuarta temporada y dejó a todos sorprendidos por un desenlace que -si eres de los que no ha leído el libro de George R.R. Martin- probablemente no esperabas.
Durante la boda del Rey Joffrey (Jack Gleeson) y Margaery Tyrell (Natalie Dormer), la llamada "Boda púrpura", el tirano monarca hacía gala de su carácter autoritario cuando cayó envenado tras tomar una copa de vino.
El malvado y joven Joffrey se dio el tiempo para apuntar a Tyrion Lannister (Peter Dinklage) antes de morir, permitiendo que Cersei, la madre del rey, lo culpe por esa muerte.