Daniel Peredo. (Foto: Allen Quintana/ El Comercio)
Daniel Peredo. (Foto: Allen Quintana/ El Comercio)

Las palabras de que calaron en el imaginario colectivo encierran más de una sutileza no apta para los turistas del fútbol. Varios dichos suyos son una notable combinación entre el sentimiento del hincha, la transparencia, la sofisticación y la interpretación del periodista creativo y meticuloso. Veamos:

1) "No sé si es justo,solo sé que es cierto". Expresa el desconcierto por la falta de sintonía entre el marcador de un partido y lo que se ve en la cancha. Un ejemplo podría ser la estrategia resultadista de un equipo que "no juega a nada" u ofrece una estética de disputa horrible, pero que de repente hace un gol e incluso se lleva la victoria. En la orilla opuesta de este caso está el pundonor de un conjunto que fascina e hipnotiza, pero que no logra el triunfo (aquí puede insertarse el tristemente popular y universal "jugamos como nunca y perdimos como siempre").

2) "Un gol más va a haber". Frase aplicable a un encuentro emocionante y generoso que es la antítesis del "aquí no pasa nada" inmortalizado por Humberto Martínez Morosini. En este partido no caben la especulación, el amarre o la mezquindad. Por el contrario, abundan las jugadas electrizantes de ida y vuelta.

3) “Los palos son así, a veces juegan para el delantero, a veces para el arquero”. Alude a ese instante de suspenso en el que el balón se estrella en el palo: un resumen filosófico sobre las secuelas del azar. Esta meditación también cuenta con un aporte de Toño Vargas, quien suele invocar a la diosa Fortuna.Más allá del balompié, el director Woody Allen situó el azar deportivo en el tenis. Su filme “Match Point” presenta dos posibilidades cuando la pelota de tenis toca la red: pasa al otro lado o no (con esta tesis, Allen se burla de la suerte). “Match Point” sigue a un tenista no tan exitoso que desvaría por su amante y por los efectos del azar en sus locuras sexuales y desdichas.

4) "Consejo de pata: anda al área". Clamor que alienta a un jugador a aproximarse al arco para que incremente sus oportunidades de anotar. En algunas ocasiones, la frase es un glorioso llamado a la desobediencia táctica para que broten el instinto asesino y la rebeldía del futbolista.

5) "Cuando no se puede jugando, la pelotita parada…". Si el juego asociado o colectivo al estilo del Barcelona no fluye, entonces urge transitar otras rutas para concretar el gol: un tiro libre o un tiro de esquina.

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