Las presas de la Penitenciaría Federal de Litchfield se enfrentarán a los guardias en la nueva temporada de “Orange is the New Black” por Netflix.
Las presas de la Penitenciaría Federal de Litchfield se enfrentarán a los guardias en la nueva temporada de “Orange is the New Black” por Netflix.

Cansadas de los recurrentes abusos de los guardias y con ansias de vengar la muerte de una compañera, las prisioneras de la Penitenciaría Federal de Litchfield decidieron amotinarse. La furia se salió de control al punto que ni bien una de ellas tuvo acceso a una pistola, no dudó en apuntarle a la cabeza a Humps (Michael Torpey), uno de los guardias más sádicos y déspotas.

Así, con los ánimos caldeados, terminó la cuarta temporada de “” (OITNB) y tuvo que pasar un año para que la tragicomedia que narra las vidas de varias reclusas regrese a Netflix con su quinta entrega que se estrenó ayer. Allí se muestra cómo los diversos grupos (‘skin heads’, afroamericanas, latinas, etc.) se pelean por nimiedades como el uso de las mesas en el comedor, mientras atormentan a los guardias y buscan los trapitos sucios de Piscatella (Brad William Henke), el jefe de seguridad de esta cárcel de mujeres.

—Variedad narrativa—
Desde su estreno en el 2013, los guionistas de “Orange is the New Black” han probado varias formas de contar la historia. Al inicio, la protagonista Piper (Taylor Schilling) se robaba la atención, pero poco a poco comenzaron a dirigir las luces al resto de las reclusas.
Los 13 capítulos de la nueva temporada también proponen un cambio: de ser un relato que se desarrollaba en varios meses, ahora es una ficción ambientada en los tres días posteriores al motín. Suspenso, vértigo y drama concentrados.

Esta enriquecedora variedad narrativa quizás sea una de las razones del éxito de "Orange is the New Black", que ha sido confirmada hasta una séptima temporada.

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