Rafo León: las memorias de un explorador inagotable

Pacasmayo (La Libertad), mediados de los 50. Con solo 4 años, Rafo León está a punto de partir rumbo a Cajamarca, en uno de los primeros viajes que recuerda de su niñez. 
“Fui con mis padres y unos amigos de ellos. Ahí descubrí ese gran horizonte que se alzaba fuera del paisaje cotidiano de Lima”, nos cuenta el periodista y conductor del programa “Tiempo de viaje”, cuya nueva temporada llega este martes por la señal de Plus TV. 

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A esa primera aventura le seguirían muchas más. Como la vez en que Rafo decidió irse al Cusco tirando dedo, en compañía de unos amigos. “Tenía 19 años. Había estudiado dos años de Derecho por un acuerdo con mi padre, pero yo sabía que ya no iba a matricularme más. Así que me fui de vacaciones”. Según recuerda el periodista, la experiencia le sirvió para reordenar sus ideas y encontrarse a sí mismo. “Por entonces, el Cusco era el equivalente a Katmandú para los hippies. Fue un intento, quizá ingenuo pero muy digno, de un grupo de jóvenes que queríamos vivir una vida más sana, más holística. Fue una experiencia intensísima”. 

Varias décadas después y con una artrosis severa en una de sus rodillas, el explorador inagotable no para de viajar. En el 2017, Rafo celebra 18 años al frente de “Tiempo de viaje”, un espacio dedicado a difundir la riqueza cultural y paisajística de nuestro país. Más allá de la magia de este largo recorrido por costa, sierra y selva, preguntamos al viajero qué es lo que le disgusta del Perú, qué es lo que cambiaría de él. 

“Las autoridades en general son ignorantes y corruptas. No sé cuántos presidentes regionales están presos. Esto crea un efecto cascada, porque la corrupción y la ignorancia se repiten”, dice. El otro defecto es el consumismo. “En los poblados periurbanos se ve cómo a la gente no le importa si tiene dos desagües, pero si no tiene dos celulares, una pollería y acceso a un video pub, sienten que son pobres”.