Machu Picchu es nuestro atractivo turístico más importante pero, detrás de los restos arqueológicos, hay una belleza natural que no muchos conocen. Orquídeas, aves, mariposas y hasta osos andinos viven en el bosque de neblina que rodea la Ciudadela Inca.
La mejor época para disfrutar de la riqueza natural de Machu Picchu es entre marzo y abril, después de la época de lluvia. Además, es uno de los lugares preferidos por los observadores de aves para encontrar especies maravillosas como el gallito de las rocas y el colibrí.
Si tienes planeado visitar Machu Picchu pronto, opta por hacerlo a pie. Recorrer el Camino Inca te permitirá acercarte aún más a la naturaleza y apreciar ese lado ‘verde’ que tiene para ofrecer.