Cómo ayudar a los adultos mayores a ser un poco más felices

La depresión en los adultos mayores suele presentarse como consecuencia de la soledad. Por eso es necesaria su reintegración para que continúen conectados con la realidad emocional familiar. Por ejemplo, participando en tareas cotidianas y eventos importantes.

Asimismo, la integración social puede enriquecer la vida de un adulto mayor permitiéndole estar abierto a nuevas amistades y pasatiempos. Los centros integrales de atención al adulto mayor de la Municipalidad de Lima ofrecen actividades y talleres, mientras que la Defensoría del Adulto Mayor brinda asesorías en temas legales y capacitación en sus derechos.

Existen prejuicios sobre las personas de edad y eso puede hacer que muchos se rindan subconscientemente ante ellos y lo confirmen con su comportamiento. Pero también hay otros adultos mayores que quieren demostrar que no hay edad para ser creativo, aventurero y emprendedor.

(Foto: Shutterstock)

En las palabras está el detalle

Los adultos mayores tienen dolencias tanto físicas y emocionales que esconden para no sentirse “un estorbo” para los demás. Es vital hablar con ellos sobre sus preocupaciones, anhelos y temores; siempre con una actitud optimista, cariñosa y proponiendo soluciones.

Con solo cambiar algunas expresiones al hablar con ellos, podemos hacer una gran diferencia.

1. En vez de decir “¿Clases de baile? Ya no estás para eso”, di “¡Qué bien que te siga gustando el baile! Es lo mejor que puedes hacer para mantener tu dinamismo”.

2. En vez de decir “Mi abuela no sabe mandar un mensaje de texto”, di “Mira, te enseño. Es muy fácil”.

3. En vez de decir “Estás aburrida mamá. Inscríbete a un curso o algo”, di “Mamá, han abierto un taller de pastelería cerca de la casa. ¿Quieres acompañarme a verlo?”.

4. En vez de decir “El papapa es necio. No hay manera de que se haga un chequeo de salud”, di “Vamos papapa, yo te llevo en mi carro. Ya está programada la cita”.

5. En vez de decir “Es mi vida, no te metas. En tu tiempo no había eso”, di “¿Qué opinas? ¿Qué harías tú en esta situación?”.

6. En vez de decir “Te demoras mucho en hablar y yo tengo que hacer mis cosas”, di “Te escucho: es importante lo que me vas a decir”-

7. En vez de decir “Mejor no te digo nada, pues no oyes bien”, di “Voy a hablar más lento y fuerte para que me sigas escuchando”.

8. En vez de decir “No hagas nada, quédate tranquila”, di “¿Puedes ayudarnos, por favor?”.

Con información de Victoria Lugovskaya