Muchas veces la relación de una madre con su hija adolescente no es de las mejores. Sin embargo, hay cosas que las pueden ayudar a estrechar lazos, conocer a profundidad y llegar a convertirse en mejores amigas con el tiempo.
La regla que debes tener en cuenta es que tu ‘bebita’ está creciendo y ha empezado a tener sus propios gustos y opiniones. Es momento de que la escuches y tengas tu menta abierta para que ese momento especial que compartirán lo recuerden con cariño y quieran repetirlo.
1. Ejercitarse juntas
Tu hija ha empezado a desarrollarse y fijarse un poco más por su físico. Mantenerse en forma puede ser una actividad divertida para ambas: salgan a caminar, inscríbanse en alguna clase como yoga o zumba, vayan al gimnasio, etc. De esa manera las dos se motivarán mutuamente y tendrán mejores resultados.
2. Ir al a peluquería
La adolescencia siempre trae consigo la idea de lo femenino: uñas pintadas, pelo arreglado, depilación, etc. Ahora tu hija está pasando por el mismo proceso y tú puedes ser parte de él. Saquen una cita en la peluquería, relájense y disfruten de su compañía.
3. Asistir al cine o al teatro
Date un tiempo a solas con ella y compra entradas para ver algún espectáculo o una buena película. Deja que ella elija una vez y tú puedes hacerlo la siguiente. Cuando termine la función, pueden compartir sus opiniones sobre la obra y tendrán un nuevo tema de conversación.
4. Salir de compras
La moda cambia con los años y, si deseas acompañar a tu hija en un viaje de compras, tienes que ser muy flexible. Su estilo puede ser distinto al tuyo y habrá cosas que no te gusten. Si es así, díselo pero sin criticarla para que no se lo tome a mal. No hay una opinión más honesta que la de una madre.
5. Cocinar juntas
Siempre es bueno cocinar de a dos no solo porque es de gran ayuda sino también porque permite aprender a trabajar en equipo sin discutir y colaborar unos con otros. Aprovecha la oportunidad de hacerlo con tu hija y luego sirvan lo que han preparado al resto de la familia. No te olvides los elogiarla y de no querer acaparar todo.
6. Darse un gusto
Escápense de vez en cuando a comer algo que se les antoje o disfrutar de un postre. Salir de la rutina hará que se relación no sea monótona y no quedarás como la mamá que todo el día hace lo mismo sino como una mujer creativa y dinámica.