Verónica Linares: "A los 40"
Verónica Linares: "A los 40"
Verónica Linares

Jacky se acerca corriendo para  saludarme por mi cumpleaños. Ella es asistente de producción del canal y mi tocaya de santo. Con un fuerte abrazo me pregunta efusiva: ¿Tú cumples 10 años más que yo, no? Yo cumplo 40 y ella 30 y su espontáneo saludo fue el  mejor regalo que recibí. 

Recordé cómo era yo hace una década y no cambiaría nada de como soy ahora, ni por un segundo.  Me encanta como está mi cuerpo, mi peso, mi cara, mi pelo y sobre todo mi alma. Les aseguro que si el genio de la lámpara me concediera deseos tengo una lista gigante antes de querer ser más joven. Hasta me da flojera pensar todo lo que tendría que vivir –otra vez- solo por la vanidad de poder decir que cumplo 30.  

En una reunión se discutía qué hacer al cumplir 40 y cuando les conté que me faltaba poco cuestionaron que no estuviera en plenos preparativos del megaevento. Ya saben, por la típica frase de “No todos los días se cumplen 40”. Tampoco vuelves a cumplir 39, 27 o 13 años. Además organizar fiestas nunca ha sido lo mío. No quise un quinceañero, porque se me hacía un mundo elegir el vestido, el local, la comida, la música, etc.

Entonces ¿por qué en mi santo tendría que hacer algo que me estresa? 

Así que hoy a los 40 no me obligo a ser distinta que a los 15. De hecho, me siento  igual: atolondrada, gritona, directa, con sentido del humor, sarcástica y sensible. Miento, creo que ahora todo me llega más –en el buen sentido de la expresión. Es como si todo lo digiriese con mayor facilidad: si no hay tiempo de almorzar hoy por mi santo, nos reunimos el próximo sábado y ya.  

También podríamos agregar a los cambios algunas arrugas en la cara. Si una mujer alrededor  de los 40 aún no tiene pliegues en el rostro –créanme- es porque usa bótox. Es imposible haber reído durante tantos años, haber hecho mil muecas y no tener un solo rastro de ellas. Y eso no me parece el fin del mundo, no se puede detener el tiempo y mucho menos ocultarlo.  

Decir que los 40 son los nuevos 30 o que a esta edad la mujer se pone más interesante son analgésicos creados supuestamente para hacernos sentir bien. ¡Tonterías!  Para alguien de 20 años seré una vieja y para uno de 60, alguien muy joven. No hay que hacer tanto alboroto por un número. La llegada de los 40, 50 o los 30 te puede agarrar en el peor momento de tu vida o en el mejor. Eso solo depende de ti.  

 

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