Seis reglas de oro al momento de discutir con tu pareja

Tener diferencias con tu pareja es normal. Son dos personas diferentes y es natural que no estén de acuerdo con algunas cosas. Por tanto, puede que no podamos evitar caer en discusiones, pero sí debemos aprender a manejar esos momentos.  Anota estos seis principios:

1. Trata un tema por vez

Sus cabezas están repletas de cosas, no vas a resolver todo en un momento. Escoge un tema y no salgas de él hasta que sientan que lo han resuelto.

2. Uno a la vez

Cuando tu pareja habla dale espacio, controla tus emociones y piensa que tu prioridad es evitar la discusión. Considera la posibilidad de que tal vez ese día no se logre una solución.

3. Escúchalo de verdad

Escuchar es entender qué está tratando de decirte. El principio es ser prontos a escuchar y lentos para hablar. No te apures en encontrar una solución si eso implica sacrificar la paz y la amistad con tu pareja.

4. Ten cuidado con el "ME"

Centrarlo todo en ti no ayuda a lograr un acuerdo. Desecha frases como "no ME prestas atención", "ME siento ignorada y sola", "ME gustaría que cambies". El problema debe plantearse desde la perspectiva de dos.

5. Concéntrate en tus errores

Tal vez los errores de tu pareja saltan a la vista pero tú eres humana también. Si logras ver con claridad tus propias fallas, la solución está a la vuelta de la esquina.

6. Ten la disposición de pedir perdón

Aunque no estemos muy convencidas de tener la culpa, ayuda a la otra parte a reconocer sus propios defectos y a expresarlos. Esto no solo nos aleja del conflicto y nos encamina a un sincero acuerdo, sino que no une de una forma más profunda.

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EVITA DECIR ESTO

Deja de usar las siete frases venenosas que nos presenta el Dr. Gary Rosberg en "El Gran libro sobre el matrimonio"

• Es igual que aquella vez cuando tú...
• Quizá tendríamos que divorciarnos...
• Te odio...
• Tú siempre...
• Tú nunca...
• Jamás te perdonaré...
• Eres tan imbécil como tu madre...

Analiza bien y planifica el momento oportuno de tocar temas sensibles, minimizando los riesgos. Una pareja que aprende a discutir bien puede terminar más fortalecida.

Con información de Ana Sayán