Desde su lanzamiento en diciembre del 2015, esta página ha aprovechado la llegada de la temporada navideña y las celebraciones previas al Año Nuevo para hacer un repaso del terrible daño que le hace a nuestras mascotas el estruendo de los fuegos artificiales.No solo sufren los animales, el fuerte sonido producto de la explosión de estos artefactos también afecta a niños y adultos con autismo, ancianos y enfermos, especialmente. Por eso existen países que tienen leyes que prohíben el uso de fuegos artificiales que exploten. Como el Perú aún no se une a esa lista, quienes tenemos mascotas sensibles a esos ruidos debemos recurrir a métodos caseros para calmarlas.
Por ello este año contamos con los consejos de dos expertos que llevan un buen tiempo trabajando con mascotas y sus dueños. Una de ellas es Liz Luna Victoria, fundadora de DogHouser, plataforma digital dedicada a familias que ofrecen cuidado temporal a mascotas. La otra persona es el etólogo canino Francisco García, director de Equilibrio Canino, empresa dedicada a trabajar con perros con problemas de conducta.La primera recomendación de ambos expertos es identificar un refugio para nuestros animales de compañía.“La mascota correrá a un sitio pequeño que aísle el ruido, como duchas o baños. Si no la ubica naturalmente, lo ideal es que días antes la llevemos nosotros mismos. Debemos hacerles sentir cómodos de esconderse ahí y no intentar sacarlos.”, menciona Francisco.
A continuación, una serie de pasos a seguir que ayudarán a nuestras mascotas a pasar una Navidad y un Año Nuevo en paz... o al menos intentarlo.-Lo ideal es varios días antes de las fiestas, ir familiarizándolas con el lugar que será su refugio temporal, así podrán ir asociando positivamente este espacio. A diario podemos pasar ahí un momento con ellos dándoles un premio o jugando. -Colocar música en el lugar que sirva de refugio para que les transmita tranquilidad y pueda contrarrestar las explosiones de las bombardas. -Los algodones o los tapones en las orejas podrían ayudar, pero hay que tener cuidado al colocarlos. -A muchos perros les acomoda acurrucarse al lado de una superficie mojada y tibia, como una toalla o bolsa térmica.
-Un paseo y una actividad como jugar antes de las horas de celebración son fundamentales. Así la mascota comenzará esta etapa un poco más relajada. Pero lo más importante es evitar acrecentarles el estrés encerrándolas o dejándolas solas.
Hay quienes siguen dándole sedantes a sus animales para calmar sus miedos. Eso más que un beneficio, puede causar mucho daño.“La acepromacina (Promazil) hace que nosotros veamos a la mascota somnolienta y lenta, por lo que nos podría parecer que está bien. Sin embargo, el animal lleva un verdadero infierno por dentro pues oye los ruidos más fuertes y no puede reaccionar, causando ellos un efecto disociativo y de encerramiento.”, explica Francisco. Algunas opciones más naturales para calmar la ansiedad de nuestras mascotas son el agua de azahar o las Flores de Bach. También está el método Tellington, el que sugiere envolver a la mascota en un pedazo de tela, pero según Liz es otro de los mitos de Internet. “No es que sea un método inútil, pero requiere una presión y colocación muy específica y no hay ningún estudio científico que lo avale. Yo misma he probado productos especiales que vienen prediseñados para esto y en ninguna de mis mascotas ha logrado resultados”, menciona Liz.En todo caso, si a alguno le funciona este método, pues bienvenido sea.
Por último, Liz y Francisco señalan que forzar a nuestras mascotas a estar fuera de su refugio para que acompañe a la familia durante las fiestas, o en lugares abiertos como jardines o patios, solo aumentará su estrés. Lo mismo ocurre si las exponemos a estos ruidos con antelación con la creencia de ir acostumbrándolas. Es otro mito que solo los tortura más, coinciden ambos.¿Quiere decir que de tener mascotas ansiosas y nerviosas tendremos que pasar Navidad y Año Nuevo en el baño o debajo de la cama?Francisco y Liz señalan que el trabajo previo que hagamos para que la mascota se sienta cómoda y tranquila en espacio que elijamos como refugio temporal, logrará que podamos pasar las 12 de la noche en la mesa y disfrutar de nuestra cena en familia. Eso no significa que debamos encerrar a la mascota en el baño, sino que pasemos varios momentos con ella y le dejemos la puerta medianamente abierta para que sienta libre de salir cuando quiera.