Vanessa Fardi y Carlos Linares junto a su perrhijo Pancho.
Vanessa Fardi y Carlos Linares junto a su perrhijo Pancho.
Andrea Carrión

Vanessa Fardi y Carlos Linares son una de tantas parejas de venezolanos que en los últimos años se han visto obligados a separarse de los suyos a cambio de una vida mejor.

En su caso ‘los suyos’ también incluyó a Chiara y Tequila, dos perritas de raza Poodle que en setiembre del año pasado tuvieron que abrazar fuerte y decirles “hasta pronto, las vamos a extrañar” antes de tomar un avión rumbo a Lima, y sin boleto de regreso.

Les tranquilizaba la idea de saber que estarían bien con los padres de Vanessa, pero a ellos les generó una especie de ‘vacío de mascota’, así que en enero empezó su búsqueda luego de convencer al dueño del departamento que alquilan.

Pancho es recontra faldero y casero.
Pancho es recontra faldero y casero.

“Entré a Internet, escribí ‘adopciones perros Perú’ en el buscador y al toque salió WUF”, recuerda Vanessa. “Claro, la condición del casero era que fuera perro chico y tranquilo, eso nos complicó un poco la búsqueda porque la mayoría son perros grandes. Hasta que lo vimos”.

Vanessa y Carlos se enamoraron de un perrito negro con pinta de Poodle. Era perfecto para ellos, así que hicieron la entrevista vía Skype que tiene como requisito. El proceso de solicitud había sido un éxito, solo faltaba ponerle fecha a la entrega, y de pronto Vanessa recibió una llamada.

“Me avisaban que, lamentablemente, ese perrito había fallecido de un momento a otro. No lo podíamos creer”, dice Vanessa.

Una vez superado el momento triste, pidieron a WUF otras opciones y fue así que llegó la foto de Pancho con sus dientecitos y dentro de una camita rosada.

Pancho a pocos días de haber sido rescatado.
Pancho a pocos días de haber sido rescatado.

"¡Nos encantó!", recuerda Vanessa. "Me dijeron ‘por si acaso ya es adulto, tiene como un año y medio’ y les dije ‘mejor todavía’. Y así fue que llegó Pancho”.

Este perrito de raza mixta se adaptó rápido a su nuevo estilo de vida en Magdalena del Mar. Apenas una semana antes había sido encontrado deambulando solito cerca a la carretera Panamericana Sur por las rescatistas del albergue Amor y Rescate, afiliado a WUF. Lo acogieron, lo alimentaron y contrario a lo que suele suceder, fue adoptado en tiempo record. Tuvo buena suerte.

¿Quién lleva a quién? Pancho es un perrito chico de personalidad gigante.
¿Quién lleva a quién? Pancho es un perrito chico de personalidad gigante.

Desde el principio Vanessa y Carlos estuvieron encantados con él, era tranquilo, no ladraba y parecía educado porque hacías sus necesidades en la calle. Y de pronto lo escucharon estornudar como nunca antes habían escuchado estornudar a un perro; fuerte y seguido.

“Le diagnosticaron erliquia y empezó tratamiento, pero pasaron dos semanas y seguía en las mismas. Lo llevamos a otra veterinaria para una segunda opinión y resulta que tenia cáncer. Lo más alucinante es que Carlos tuvo Cáncer, fue un flashback horrible”, comenta Vanessa.

Pancho tiene todo lo que un perro pueda querer. Además de camas y juguetes, tiene dos papás adoptivos que lo adoran y lo cuidan como un rey.
Pancho tiene todo lo que un perro pueda querer. Además de camas y juguetes, tiene dos papás adoptivos que lo adoran y lo cuidan como un rey.

Y así como llegó una mala noticia, también llegó una buena. Una amiga de Vanessa que es veterinaria, se ofreció a ayudar consiguiendo la medicina a buen precio y haciendo las sesiones de quimioterapia. Cuatro semanas más tarde Pancho era perro nuevo.

“Yo solo imaginaba qué hubiera pasado si no lo hubiéramos elegido a él. Tal vez se hubiera quedado en el refugio y no se hubieran dado cuenta, o tal vez no habrían tenido los recursos para sanarlo. Y es que esas cosas pasan, los albergues están tan saturados de animales y es comprensible que no puedan con todos los gastos”, comenta Vanessa.

Pancho pasó de no oler, roncar y estornudar sangre a ser un perro sano. Hoy acompaña a Vanessa mientras trabaja y la ayuda a superar sus momentos de ansiedad, mientras Carlos le prepara comida casera y natural siguiendo las recomendaciones de veterinarios nutricionistas.

“Hoy en día muchas personas vemos al perro como un hijo, ya no tanto como una mascota. Para nosotros Pancho es nuestro hijo peruano”, agrega Carlos.

El gran Pancho y su parque favorito y en el que hasta tiene vista al mar.
El gran Pancho y su parque favorito y en el que hasta tiene vista al mar.


¿Qué es ?
Desde su fundación, WUF es una asociación sin fines de lucro que está dedicada a promover la adopción de perros en estado de abandono, a crear consciencia sobre la tenencia responsable de mascotas y a ejecutar proyectos que contribuyan a la construcción de un mundo mejor para estos animales.

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