Hasta hace pocos días el corazón de Canadá ardió como pocas veces lo había hecho antes. Miles de hectáreas y estructuras en Fort McMurray, Alberta y alrededores se hicieron cenizas. Pero como en todo desastre, por cada dosis de tragedia, las muestras de humanidad superaron la ración.
Éste es el caso de Canadian North. Alertada por la cantidad de personas que se vieron forzadas a evacuar la zona afectada por el incendio, esta aerolínea canadiense no solo se unió a las labores de ayuda y rescate, sino que fue un paso más allá permitiendo el ingreso de animales en su cabina.
-
Normalmente las aerolíneas solo dan acceso a ciertos animales previo cumplimiento de una lista de estrictos requisitos, de lo contrario deben de ir en la bodega. Pero éste no fue el caso.
Además de las 130 personas que hace una semana fueron trasladadas del campamento Albian oilsands a la capital, Edmonton, un total de 19 perros, cinco gatos y dos tortugas volaron cómodamente en la cabina del vuelo 1515.
-
El espacio en la bodega se había agotado y los funcionarios de Canadian North no dudaron un segundo en acomodar al resto de mascotas sobre las faldas de sus dueños y en los pasillos de la nave.
-
Según comentarios de la aeromoza Wanda Murray, compartidos en Facebook junto con algunas fotografías, el vuelo fue muy emotivo. Ella no tuvo problema alguno en hacer la típica demostración de medidas de seguridad antes de iniciar el vuelo junto a un perro Gran Danés que la escuchaba con atención.
“Todos los animales se portaron muy bien, felizmente no hubo accidentes”, dijo Murray. “Sé lo que toda esta gente ha dejado atrás y probablemente muchos no encuentren nada cuando regresen a casa”.
-
De acuerdo con el medio canadiense CBC, el portavoz de la aerolínea Kelly Lewis, señaló que es inusual que tantos animales viajen con los pasajeros humanos dentro de la cabina del avión.
-
“Francamente no había otra opción, no íbamos a permitir que la gente dejara a sus mascotas. Sabemos lo mucho que los quieren y nosotros también amamos a los animales”, comentó Lewis.
-
Pese al reducido espacio en el que volaron, tanto gente como animales se comportaron a la altura y los pasajeros apreciaron el gesto de la aerolínea.
-
“Cuando aterrizamos, todas las personas nos aplaudieron de pie, eso me hizo llorar de emoción. La verdad, ellos son los verdaderos héroes, no nosotros”, agregó Lewis.