Existen muchas razones por las que cientos de organizaciones que defienden a los animales en distintas partes del mundo invitan, una y otra vez, a las personas a adoptar en lugar de comprar una mascota. La historia de B.B. es solo una de tantas historias que empiezan y terminan en una jaula.B.B. es una de los 130 y tantos animales rescatados de un criadero de perros clandestino en el condado de Cabarrus, en Carolina del Norte, al este de Estados Unidos. Un grupo de rescatistas del equipo de rescate Animal Rescue Team Forever Homes de la organización The Humane Society, los encontró encerrados en pequeñas jaulas, ladrando sin parar, como pidiendo auxilio.
-
Estos animales estaban viviendo en condiciones extremas y muchos como B.B. mostraron señales de haber sido forzados a aparearse varias veces para vender sus cachorros. Una de las voluntarias que participó en este rescate aseguró que muchos animales pasan su vida encerrados sin conocer lo que es luz natural.“Miren cómo le cuesta abrir sus ojos, cómo tratando de adaptarse a la luz del día”, comenta la rescatista en un video.Felizmente esa no fue la única adaptación positiva por la que pasó B.B. tras su rescate.
Poco tiempo después fue adoptada por una familia y Brenda Tortoreo, su mamá humana, comentó que al llegar a su casa B.B. durmió como una semana y media, intentando recuperar fuerzas pues era hueso y pellejo. Hoy B.B. ama los juguetes que nunca tuvo y que hoy le sobran, además de adorar caminar sobre el jardín y pasar horas en los brazos de Brenda. “Antes de esto, ella nunca supo lo que era ser tocada, lo que era ser amada, todo por haber estado enjaulada. Me rompe el corazón de solo pensarlo”, comenta Brenda. “Pero hoy es feliz”.En este video verás cómo después de tantos años de vivir en un sótano, esta perrita finalmente pudo ver la luz... literalmente.
Contenido GEC