Leonidas llegó a Dante con poco más de 2 meses de edad y lo cuidó como si fuera un hijo. (Fotos: Cortesía Dante Vílchez)
Leonidas llegó a Dante con poco más de 2 meses de edad y lo cuidó como si fuera un hijo. (Fotos: Cortesía Dante Vílchez)
Andrea Carrión

Dante Vílches sabía muy bien del pánico que su perro Leónidas le tenía al . La Navidad del 2017 había sido prueba suficiente para que en el 2018, él hiciera lo humanamente posible para mantener a su mascota cómodo y calmado. Y la estrategia funcionó muy bien en Noche Buena, pero no en Año Nuevo.

Jamás imaginó que una cena en familia terminaría en tragedia. A diferencia de Navidad, que decidió quedarse en casa con Leónidas, el Año Nuevo lo recibió en el distrito de San Luis, límite con San Borja. Minutos antes de las 12, el Bulldog Inglés de 1 año y 11 meses ya andaba demasiado agitado por los primeros cohetones de la noche y pasadas las 12, todo se salió de control.

Como buen Bulldog Inglés, a Dante le encantaba 'chorrearse' en el piso para refrescarse y descansar.
Como buen Bulldog Inglés, a Dante le encantaba 'chorrearse' en el piso para refrescarse y descansar.
Leónidas tenía aptitudes para la música... o al menos eso creía.
Leónidas tenía aptitudes para la música... o al menos eso creía.
Leónidas la Navidad del 2017. Dante le puso estos audífonos para intentar bloquear el ruido de la pirotecnia.
Leónidas la Navidad del 2017. Dante le puso estos audífonos para intentar bloquear el ruido de la pirotecnia.

“Leónidas solo quería salir corriendo del cuarto en donde nos habíamos metido para que él estuviera más tranquilo. Me di cuenta que estaba realmente nervioso cuando se empezó a hacer la caca. Ahí lo metí al auto y me lo llevé de emergencia a la Veterinaria Rondón. Él pobre se siguió haciendo (caca) en el auto, estaba totalmente descontrolado”, cuenta Dante en conversación con esta página.

Llegaron en apenas 7 minutos, pero Leonidas ya estaba con la lengua morada.

“En la veterinaria le pusieron oxigeno, pero estaba tan nervioso que mordió la máscara. Yo traté de sacarle la lengua para que no se hiciera daño y me mordió la mano. Yo empecé a sangrar bastante, pero no me importó, solo quería que él estuviera bien. Luego se recuperó un poco, su lengua se puso rosadita, pero su corazón estaba muy afectado. No reaccionaba pese a los medicamentos y una hora después no resistió más. En febrero hubiera cumplido 2 años de edad”, agrega Dante.

Amaba salir de paseo y encontrarse con gente. Era conocido en su barrio por ser un perro cariñoso.
Amaba salir de paseo y encontrarse con gente. Era conocido en su barrio por ser un perro cariñoso.
También le gustaba hacerla de copiloto de Dante cuando paseaban en auto
También le gustaba hacerla de copiloto de Dante cuando paseaban en auto
Y también le gustaba comer libros.
Y también le gustaba comer libros.

Cohetones: El efecto colateral

Hay muchos animales que destrozan muebles o salen de casa despavoridos al escuchar un cohetón, arriesgando sus vidas al cruzar la pista. Hay los que huyen con la mala suerte de perderse para siempre o de cruzarse con personas cuya idea de diversión es hacerlos explotar, mientras que otros terminan muriendo de un ataque al corazón, como le sucedió a Leónidas.

Por donde se mire, los fuegos artificiales o cohetones son uno de los peores enemigos de los bebes y niños pequeños, personas con autismo, ancianos y animales. La sensibilidad auditiva de estos últimos hace que la Navidad y el Año Nuevo sean motivo de terror y no de celebración, y no solo para ellos, sino también para quienes los aman.

“Estoy destrozado, no puedo entender mi día sin Leónidas, mi guerrero espartano”, comentó Dante. “¿Qué hay que hacer para evitar que esto se repita? ¿ Alquilar una habitación en el Hilton para estar aislado del ruido? Esto es una guerra. Es maleado la cantidad de cohetones que se revientan. Nos importa un pepino el prójimo, se hace lo que nos da la gana, desde meterle el carro al otro hasta reventar cuetes al lado. Un amigo me contó que le pidió a un hombre que, por favor, dejara de reventar 'cuetes' pues su hijo de 7 meses no lograba descansar por el ruido y casi le buscó pelea. ¿Qué clase de sociedad somos?”, agregó.

Leónidas en sus primeros meses de vida.
Leónidas en sus primeros meses de vida.
Dante y Leónidas.
Dante y Leónidas.
Aquí de copiloto.
Aquí de copiloto.

Leónidas llegó a Dante a través de un amigo. Siempre lo crió con mucho cuidado y precaución pues es consciente de que de caer en malas manos, perros de esta raza suelen ser explotados por malos criadores.

Según Dante, Leónidas era de esos perros que se volvía loco de la emoción solo con ver la correa en su mano pues ya sabía que se venía el paseo. Era muy cariñoso con la gente, tanto que se le trepaba a quien se cruzara por la calle. Y también le fascinaba el pollo. Una vez se enfermó del estómago y se volvía loco con el olor del pollo sancochado.

Leónidas fue cremado el jueves de esta semana.

“Yo lo amaba, modifiqué mi vida por él”, comenta Dante. “ Y sigo pensando en que tal vez pude hacer algo más para salvar a mi gordito... en verdad no sé qué más pude haber hecho”, dice.

Leónidas por siempre.
Leónidas por siempre.

Al día siguiente del fallecimiento de Leónidas, Dante hizo una publicación en redes sociales comunicando su pérdida, pero también haciendo un llamado a la consciencia respecto al uso de la pirotecnia.

Esto es lo que escribió:

“Envío este mensaje para pedirles, por favor, que no usen pirotécnicos. Hay personas que perdemos seres amados debido a ello. Mi amado Leónidas falleció el día de hoy en la madrugada en una emergencia clínica debido a las vibraciones de los pirotécnicos. El dolor que siento es enorme, ya que él era mi bebé, mi amigo, mi compañero. Llegó a mi casa apenas de 2 meses y medio, y cambio por completo mi vida, generando un enorme desorden en mi día a día, pero dándome un amor incondicional que traté de corresponder en todo momento. Espero este mensaje pueda ayudar a otras personas a no pasar el dolor que siento en mi corazón por esta pérdida irreparable”.

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