Por Andrea Carrión / WUF
El Niño ya empezó a hacer sentir su presencia en nuestro país y si bien los veranos de por sí son motivo de alerta en el cuidado de nuestras mascotas, con este fenómeno climático las precauciones deben de ser aún mayores.
Debido a las condiciones extremas; lluvias inusuales y sofocante calor, las recomendaciones que diversos expertos en salud veterinaria ofrecen deben de ser incorporadas con más seriedad.
Las lluvias y las altas temperaturas favorecen la reproducción de insectos vectores y roedores y uno de los primeros puntos a tomar en cuenta tiene que ver con la presencia del insecto que transmite el dengue, la fiebre chikungunya y la malaria. Para evitar contagio se recomienda lavar y tapar bien los recipientes donde se almacena el agua y eliminar objetos en desuso que acumulen líquidos.
El Fenómeno del Niño también puede provocar un aumento en casos de peste bubónica, la que se observa principalmente en costa y sierra norte del país. La peste bubónica es el tipo de peste más común. Por lo general se presenta después de la picadura de una pulga infectada que usualmente está en el pelo de roedores infectados.
Los síntomas de peste bubónica son ganglio linfático inflamado (ingle, axilas, cuello), fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y agotamiento extremo. Para prevenir esta enfermedad, no dejar alimentos expuestos para los roedores y retirar maleza, rocas y desmonte de los alrededores de tu casa, cobertizo, garaje y/o área de recreación
Por otro lado, El Niño también puede aumentar la transmisión de leptospirosis, una enfermedad producida por la bacteria leptospira. En zonas de transmisión –en la selva, mayormente- el Fenómeno del Niño puede exacerbar la presencia de aguas estancadas o contaminadas con orina de animales y, esto puede dar paso a un contagio.
No está de más mencionar que debido al incremento de áreas anegadas y de concentración de partículas de polvo, este fenómeno climático aumenta las posibilidades de contraer infecciones respiratorias y enfermedades diarréicas, lo que aplica tanto en mascotas como en personas.
El calor y sus efectos
Cuando las temperaturas bordean o superan los 30 grados centígrados, los animales pueden tener muy malas experiencias con el calor y esto dependerá de varios factores, entre ellos sus características físicas como tener piel muy clara, sufrir de sobrepeso o ser braquiocefalicos o tener hocico pequeño, como los perros de raza Bulldog, Pug, Chihtzu, entre otros.
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Según el médico veterinario Luis Estares, integrante del equipo técnico de la Estrategia Sanitaria Nacional de Zoonosis del Ministerio de Salud (Minsa), el principal riesgo que corren las mascotas en verano es sufrir un 'golpe de calor' o ‘shock’ térmico, que puede provocarle la muerte.
“Cuando ocurre esto, la temperatura del animal puede llegar hasta los 43 grados, lo normal es 39 grados. Esto sucede al dejarlos en un lugar con mucho sol, como por ejemplo dentro del auto o en un patio sin techo o sin ningún tipo de protección“, asegura el especialista. “Así se le deje la ventana del auto abierta, la temperatura al interior de un vehículo se concentra y el perro puede perder la conciencia y sufrir daños irreversibles en el hígado, los músculos y los riñones”, añade.
Los perros y gatos no sudan, ellos liberan el calor a través del jadeo, de las almohadillas de sus patas y de las áreas peladas como el vientre. Al no haber suficiente ventilación, su temperatura corporal sube rápidamente. Por ello, un consejo es no vestirlos ni ponerles zapatos si las temperaturas son muy altas.
Otra recomendación es aplicar protector solar a aquellos perros que no tengan pelo (como el Perro peruano sin pelo), aquellos con poco pelo o pelo corto o aquellos que tienen problemas de piel.
“En climas calurosos y húmedos, las razas de perros con doble pelaje, como los Alaskan Malamute, Siberian Husky y Chow Chow, también pueden verse afectadas”, asegura la médico veterinario Carolina Taboada. “Estos perros tienden a presentar mayor incidencia de problemas de piel como hongos, eccemas húmedos. Con esto también crece la población de pulgas y garrapatas”.
Por su parte, la médico veterinario Micaela Vizquerra, advierte que es necesario que la mascota tenga agua fresca en todo momento.
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“Cambia su agua de dos a tres veces al día y nunca dejes su plato bajo el sol. De esta manera se podrá mantener hidratada, lo mismo cuando la saques a pasear. En este punto, evita sacarla a medio día ya que es el momento con mayor temperatura y puede provocarle un ‘golpe de calor’. Esto ocurre por un aumento excesivo de la temperatura corporal que no puede ser controlado por los mecanismos normales de pérdida de calor. Al no hacerlo, se producen hemorragias, vasoconstricción y edemas en muchas partes del cuerpo, pudiendo llegar a producir la muerte”, asegura la especialista.
Los síntomas de un ‘golpe de calor’ son: salivación y jadeo excesivo, temperatura elevada y mucosas oscuras, vómitos, convulsiones, ‘shock’, diarreas hemorrágicas, deshidratación severa, orina oscura, entre otros.
A TOMAR EN CUENTA
- Si presenta síntomas de un ‘golpe de calor’, como el jadeo, ojos hundidos, poca energía, temblores musculares e incluso vómitos y tambaleo, se debe colocar paños de agua fría en los pliegues del cuerpo, axilas, el vientre o entre las patas e inmediatamente llevarlo a una clínica veterinaria.
- A algunas razas de perros no se les debe cortar el pelo. Esto lo debe indicar el médico veterinario ya que hay razas que tienen piel sensible, sufren de alergias y el corte les agravaría el problema. Hay perros como el Schnauzer que sí toleran el corte pues tienen la piel más resistente.
- Estar al día con la vacunación, desparasitación y con las visitas al veterinario evitará el contagio de enfermedades.
- Cabe insistir en no dejar animales encerrados en autos o en lugares donde se concentre el calor. Deben de estar en zonas amplias, con sombra y buena ventilación, por lo que no es recomendable llevarlos a la playa.
* Esta nota contó con información del Ministerio de Salud (Minsa)