LIMA, 17 DE JULIO DE 1992
RECORRIDO POR LA CALLE TARATA, EN MIRAFLORES, UN DIA DESPUES EL ATENTADO TERRRORISTA. DICHO ATENTADO DEJO CIENTOS DE HERIDOS Y MAS DE 20 PERSONAS MUERTAS. 
FOTO: EL COMERCIO
LIMA, 17 DE JULIO DE 1992 RECORRIDO POR LA CALLE TARATA, EN MIRAFLORES, UN DIA DESPUES EL ATENTADO TERRRORISTA. DICHO ATENTADO DEJO CIENTOS DE HERIDOS Y MAS DE 20 PERSONAS MUERTAS. FOTO: EL COMERCIO
/ EL COMERCIO
Redacción EC

Por lo menos trece personas murieron y cien resultaron con heridas, muchas de ellas de gravedad, por la criminal acción de terroristas que anoche hicieron estallar dos vehículos cargados con dinamita en pleno centro de Miraflores.

Moradores de las viviendas de la zona, trabajadores de establecimientos comerciales y de diversas oficinas, así como transeúntes y vigilantes se encuentra entre las víctimas, algunas de las cuales resultaron quemadas al desatarse un incendio de grandes proporciones en el primer piso de un edificio multifamiliar.

Se teme que el número de fallecidos sea mayor, por el mal estado en que llegaron muchos de los heridos a los hospitales y también porque algunos podrían haber quedado entre los escombros. Hasta pasada la medianoche continuaba la remoción de los restos.

Uno de los vehículos, una camioneta panel de tipo combi, estalló frente a una galería comercial de la cuadra 2 de la calle Tarata, mientras que el otro, un automóvil sin placa, explosionó a pocos metros, en la intersección Tarata–Alcanfores. Entre los dos tenían alrededor de seiscientos kilos de dinamita.

Terribles momentos

Los daños mayores se produjeron en la segunda cuadra de Tarata, donde dos edificios quedaron casi totalmente destruidos y todos sus ocupantes tuvieron que ser evacuados. En el primer piso de uno de ellos, donde funciona una galería comercial – Tarata 266 – se produjo un pavoroso incendio que acrecentó la desesperación vivía por la población.

El atentado se produjo alrededor de las nueve de la noche, cuando muchas tiendas todavía atendían al público y las céntricas calles de Miraflores albergaban a numerosas personas, que experimentaron terribles momentos.

Los daños abarcaron un vasto sector del centro comercial de Miraflores, siendo las más afectadas las calles Tarata (cuadra 2), Alcanfores (cuadra 4), Benavides (cuadras 4 y 5), Larco (cuadras 5 y 6) y Shell (cuadra 4) entre otras.

Vigilantes entre las víctimas

Una de las víctimas fue Leoncio Elio Armas Cruz, supervisor de seguridad del Banco de Crédito. Asimismo, Marco Antonio Franco Laine, vigilantes del edificio Residencial Central.

En la intersección Tarata-Alcanfores quedaron cuatro cuerpos, y otro frente a la tienda El Palacio de las Telas, al parecer un vigilante del establecimiento.

También está entre los fallecidos un joven dedicado a limpiar carros en el establecimiento del supermercado Mass.

En el Hospital de Emergencia Casimiro Ulloa, de San Antonio, fueron atendidos por los menos sesenta heridos, varios de ellos en muy mal estado. Otros treinta heridos fueron llevados al Hospital de la FAP, donde uno de ellos falleció y ocho se debatían entre la vida y la muerte.

Numerosos policías, bomberos, miembros del serenazgo desplegaron intensa labor para auxiliar a los heridos y evacuar a quienes se encontraban en zonas de peligro. También habitantes de la zona contribuyeron en esta tarea.

Otras explosiones

Simultáneamente se produjeron explosiones en otras partes de la ciudad. En Villa María del Triunfo fue derribada una torre de alta tensión, en el pueblo joven Nueva Esperanza hubo tiroteos contra las comisarías de Nueva Esperanza y José Carlos Mariátegui. A una cuadra de este último puesto policial fue detectada una camioneta con 400 kilos de dinamita y anfo, evitándose la detonación.

También hubo detonaciones contra la Comisaría del Callao, en la urbanización Ramón Castilla, y contra el Banco Latino de La Victoria, en el cruce Parinacochas-México. Asimismo, se produjo un estallido en el grifo ubicado en Huánuco con Isabel La Católica, también en La Victoria.

*El atentado fue perpetrado por el grupo terrorista Sendero Luminoso en la cuadra 2 de la calle Tarata, en el centro de Miraflores, y ocasionó la muerte de 25 personas, otras 155 quedaron heridas. La onda expansiva destruyó o dañó 183 casas, 400 tiendas comerciales.


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