“Mi generación no espera llamadas, genera su propia chamba”
Manuel Gold
Actor
Nací hace 30 años en Lima. Me gusta la música metal, la lucha libre y coleccionar figuras de acción y de Lego. De chico quería ser futbolista, rápidamente me di cuenta de que era irreal. Mi película favorita es “Ed Wood”, aunque muchos creen que es floro.
Por: Renzo Giner Vásquez (@SebGiner)
Técnico bilingüe en negocios de comercio y producción. A eso apuntaba Manuel cuando tenía 17 años. El nombre por sí solo llama al aburrimiento y él supo pronto que debía tomar otro camino. Estudió Comunicación Audiovisual, incursionó en talleres de teatro, saltó a la televisión con “Los del Solar” y cuando estaba a punto de regresar a una oficina se dijo a sí mismo: “¿A quién estoy engañando, si me gusta esto de actuar?”.
—El teatro es tu pasión…
Sí, es lo que más me gusta. Después de “Los del Solar” y “Condominio S.A.” me metí al taller de Roberto Ángeles para tener una formación más completa. A raíz de ello, el año siguiente hice cuatro obras…
—¿Sientes que llegaste algo tarde a la actuación?
Si bien me di cuenta a los 20 años, en realidad ya lo hacía desde los 16. Solo que no me sentía actor profesional, sentía que me habían dado la oportunidad de trabajar en mi hobby un ratito. Dos años después de haber terminado el taller de Roberto, haberme presentado en la Biblioteca Nacional y en el Teatro Británico dije: “Caramba, creo que soy actor profesional” [risas].
—Por tu físico te daban papeles cómicos…
Soy muy flaco. Por ejemplo, en “Astronautas” había una escena donde entraba Eduardo Camino al escenario, luego Pietro Sibille, y cuando yo entraba el público se reía. Tenía ropa normal, pero mi sola caminata les generaba risa.
—¿Temiste que te encasillaran en el rol del chistoso?
Alguna vez lo he pensado pero no es algo que me preocupe. Me encanta hacer comedia. También he hecho dramas en el teatro que quizá no han sido muy conocidas, pero no tengo ningún problema en la percepción de ser encasillado.
—Ahora viene “Hamlet”…
Sí, en realidad tengo un papel secundario. Hay dos personajes llamados Rosencrantz y Guildenstern que son los amigos de la infancia de Hamlet y el rey los llama para que le saquen información. Manejan cierto humor pero es un drama.
—Cuéntame una anécdota de entre tablas…
Cuando estaba en “Un hombre con dos jefes”, en una función en el Teatro Pirandello, frente a 700 personas, vomité en el escenario. Estaba pésimo ese día, grababa una serie de TV y luego iba a hacer esa obra que era muy demandante físicamente. Había una escena en la que al personaje le daban arcadas y mi cuerpo lo interpretó como el momento en el que quería vomitar. El público pensó que era parte de la obra. Lucho Cáceres fue a ver esa función y me dijo: “Ese momento del vómito es un poco fuerte” [risas].
—¿Cuál crees que es el mayor aporte que está dando esta generación de actores de la cual tú eres parte?
No lo sé. Lo que veo es que es una generación con muchas ganas de hacer cosas. Hay gente que está poniendo sus propios colectivos teatrales, está armando grupos como Franco Cabrera, Guillermo Castañeda y yo con “Oh por dios”. Somos una generación a la que le encanta hacer proyectos propios. No se quedan esperando a que los llamen, sino que se han propuesto generar su propia chamba.
—Y en nuevos medios. Como tú con “Cinéfilos” en la web. ¿Están en una pausa?
En teoría ya terminó. En teoría, también, cada temporada era la última. Depende de los productores, guionistas y la productora si quieren sacar una más. En ese caso yo feliz. Pero por el momento creo que no son los planes.
—¿Cuáles son tus planes?
Ensayando “Hamlet”, “Peter Pan”, “Oh por Dios”. Además, tres películas: “La luz en el cerro” y “El soñador” ya estrenados en el Festival de Cine de Lima pero faltan los estrenos en salas comerciales; también “Cebiche de Tiburón” que se estrenará en verano. Tengo dos proyectos de teatro para el 2017 que todavía no puedo comentar. “Oh por Dios” es algo que queremos que siga, porque la hicimos nosotros y nos encanta.
—Junto a Franco y Guillermo incluso armaron el guion, ¿cierto?
Sí. Lucía Tovar nos convocó porque quería hacer algo con los tres. No sabíamos qué. En ese proceso salió la idea de hacer la Biblia en comedia.
—¿De quién fue la idea?
No recordamos. Yo creo que fui yo, Franco y Guillermo creen que no pero nadie lo recuerda.