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Redacción Economía

¿Cómo hacemos que un solo Perú sea un solo Perú de verdad? Un primer paso es pensar en quiénes se están quedando atrás y cómo incluimos a más mujeres –y la equidad de género– en agendas como la de .

La semana pasada estuve en una capacitación con otros 17 jóvenes de todo el país. Nuestro objetivo era planificar la agenda para difundir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Misión 2030 en el Perú. 17 jóvenes de diferentes ciudades del país, de diferentes edades, profesiones, orientaciones sexuales y género. La riqueza de la diversidad en ese ejercicio fue evidente: pudimos planear sin dejar puntos de vista de lado.

El tema “Hacia un solo Perú, ¿qué hacer para evitar que sigamos avanzando por cuerdas separadas?”, me trae el recuerdo de esta dinámica. Pero, ¿cómo hacemos que un solo Perú de verdad sea un solo Perú? CADE es un espacio donde líderes del país se reúnen y marcan la pauta en muchas decisiones. Sin embargo, suele ser un espacio donde la presencia femenina es menor. Son líderes, la mayoría hombres, conversando entre iguales.

Un solo Perú implica traer a la agenda temas tan importantes como incluir al 50% de la población. Implica hablar de la importancia de la equidad de género, porque la inclusión de las mujeres también es rentable para las empresas y el país. Implica, sobre todo, que las cuerdas se unan siendo inclusivos.

Incluir a las mujeres es un primer paso. ¿Cómo incluimos a representantes de todo el país, a personas con discapacidad o LGBTIQ? Nuestra meta debe ser que nadie se quede atrás.

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