La Copa América es el Mundial que no tenemos [OPINIÓN]
La Copa América es el Mundial que no tenemos [OPINIÓN]
Pedro Canelo

“Claro que la Copa América Centenario es importante. No estamos para subestimar nada”, me responde Ricardo Gareca casi alzando la voz en los minutos finales de la entrevista que tuvimos ayer en el segundo piso del lujoso hotel Westin de Newport, en Nueva Jersey. Hay extremas medidas de seguridad en este recinto donde la selección concentrará hasta el viernes, rejas de protección en las afueras, patrulleros vigilantes las 24 horas y dentro un equipo de seguridad que puede sacarte cargado de sus instalaciones si no tienes autorización oficial para estar allí. Un miembro del comité organizador de la Copa me dice, off the record, que así querían proteger a Brasil, el candidato de todos para venir hasta aquí. Perú vive sus días con el resguardo de un equipo top, como si estuviera jugando un Mundial. Este torneo, por ahora, será lo más parecido a una Copa del Mundo para nuestra selección. Un ensayo para una realidad que cada vez está más lejos de volver a ser.
 
No estamos para menospreciar a la Copa América Centenario. Es una competencia importante y de primer nivel desde cualquier ángulo de donde se le mire. Salvo Perú y un par de equipos más, el resto de selecciones ha llegado a Estados Unidos con los mejores jugadores que tienen. Jugadores que vimos brillando en el Mundial hace dos años. Argentina trajo a Messi, Chile a Vidal, Uruguay a Cavani (Suárez en banca solo por lesión), México a Guardado y Colombia a James. Todos quieren alzar la Copa, son selecciones que en su ansiedad de crecimiento también desean el respaldo de un trofeo ganado.
 
La Copa América Centenario está legitimando los buenos momentos de jugadores como el mismo Messi o el avance de selecciones como la de México con Juan Carlos Osorio como técnico. Si no fuera un torneo importante no se habría determinado en esta misma competición el cese de dos técnicos: Dunga en Brasil y Ramón Díaz en Paraguay, dos entrenadores que tenían a sus selecciones a solo un punto de la zona de clasificación mundialista. Si solo importara la Eliminatoria, si esta Copa era igual a nada, ambos se hubieran quedado en sus cargos sin que nadie los cuestione.
 
Este torneo continental también es una vitrina. En medio de la Copa, Cueva firmó por Sao Paulo y se espera la confirmación de Ruidíaz a Morelia. Hay cazadores de talentos de todo el mundo, dos de ellos ayer en Nueva Jersey preguntaban la cotización de Marlos Moreno, el joven futbolista colombiano que en dos años ya estará brillando en Europa.
 
La Copa América Centenario es lo más parecido al Mundial que quizá todavía no tendremos porque están los equipos sudamericanos con sus mejores jugadores y porque equipos como México y Estados Unidos después de muchos años aparecen con sus equipos titulares (sobre todo los tricolores). Hemos tenido partidos de primer nivel como el México-Uruguay o el Argentina-Chile, hemos vivido mejores jugadas, goles y situaciones que en los primeros días de la fase de grupos de esta todavía somnífera Eurocopa (deberían reevaluar la inclusión de tantos equipos).
 
Hay prensa de todo el mundo (cada día llegan más), hay conferencias en enormes auditorios con audífonos para distinguir idiomas como el francés de los jugadores de Haití, hay estadios como el de la Universidad de Phoenix que podría superar hasta al mismo Maracaná de Brasil 2014 y hay viajes largos para cubrir cada partido. Es un Mundialito para Perú, casi un regalo después de 34 años tropezando en cada clasificatoria.
 
Que si el gol fue con la mano, que si Ruidíaz se pasó de pícaro, que la Copa América no es igual con una Eliminatoria, que lo que importa es llegar a un Mundial. Ya basta con eso. Con 4 puntos en las clasificatorias para Rusia 2018 deberíamos estar disfrutando de estos días de competencia en Estados Unidos con nuestra selección siendo competitiva y en evidente crecimiento. Olvidemos aunque sea hasta septiembre el Mundial de Rusia, un torneo al cual es muy probable que no clasifiquemos. No comparemos la Copa América con Eliminatorias, las concentraciones y tiempo de trabajo no son los mismos para empezar.  Y si nos va bien solo en esta competencia continental pues aprendamos a valorarlo. Que ese espíritu mezquino del futbolero amargo por lo menos se apague hasta el viernes. Colombia nos espera.

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