Los inversores se mostraron hoy cautos ante los renovados temores sobre el crecimiento de la economía mundial. (Foto: Reuters)
Los inversores se mostraron hoy cautos ante los renovados temores sobre el crecimiento de la economía mundial. (Foto: Reuters)

En el 2019, el debilitamiento de la restará impulso al crecimiento de la . Sin embargo, las condiciones de financiamiento para las empresas y familias seguirán siendo favorables.

En las últimas semanas, diversos economistas a nivel mundial han manifestado una mayor preocupación por la intensidad de la desaceleración de la economía global –la cual se inició a partir de la segunda mitad del año 2018, principalmente por el debilitamiento de la economía china y de la Eurozona. De hecho, el Fondo Monetario Internacional acaba de reducir su proyección de crecimiento para el 2019, de 3,7% a 3,5%.

A esta desaceleración global se vienen sumando nuevos riesgos que podrían exacerbar este debilitamiento global. Primero, se ha incrementado significativamente la probabilidad de que el Reino Unido deje la Unión Europea (UE) sin haber llegado a un acuerdo definitivo.


Segundo, en Estados Unidos, preocupa la larga duración que ha tenido el cierre del gobierno estadounidense (shutdown), debido a la controversia entre los demócratas y los republicanos en el Congreso sobre el presupuesto público.

Aunque el presidente Trump suspendió el shutdown por 21 días, período en el que continuarán las negociaciones, aún no hay indicios de que el conflicto se resuelva pronto y de forma definitiva. Esto debido a que ninguna de las partes en el Congreso parece estar dispuesta a ceder.

Tercero, ha aumentado el temor de que el enfriamiento de la economía china sea mayor. En el 2018, el gigante asiático creció a su menor ritmo en 28 años. Además, la inversión viene creciendo a su tasa más baja desde el 2013. Incluso, ya se observan contracciones en algunos mercados de consumo, como el de las ventas de autos y de casas.

Así, aunque para el Perú el impulso del entorno internacional será menor este año, esperamos que las condiciones financieras se mantengan aún favorables para las empresas y las familias. Por un lado, el menor crecimiento de las principales economías presionará a la baja los precios de nuestros productos de exportación –como por ejemplo el cobre y zinc– y debilitará la demanda de nuestros productos no tradicionales –como químicos, textiles y siderometalúrgicos–.

En contraste, los costos de financiamiento aumentarán poco y se mantendrán en niveles favorables. Dada la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía de Estados Unidos y el mundo, es probable que la autoridad monetaria del país sea más cautelosa en sus decisiones de subir su tasa de política monetaria.

De hecho, ayer mantuvo la tasa en el rango de entre 2,25% a 2,50%.

Así, si bien este año el mundo nos resta dinamismo en el crecimiento local, aún nos regalará un año más de buenas condiciones de financiamiento para las empresas y familias peruanas.