Carlos Oliva, MEF. (Foto: Juan Ponce)
Carlos Oliva, MEF. (Foto: Juan Ponce)
Redacción EC

(Por: Gonzalo Carranza/Luis Fernando Alegría) Para pensar en llegar a octavos de final en el Mundial, primero había que clasificar. El ministro de Economía y Finanzas (), es consciente de que podría no ganar todos los partidos que juegue, pero afirma que luchará cada pelota para sacar las políticas que considere las mejores para el país. En su primera entrevista para la prensa, luciendo una oportuna corbata rojiblanca, el funcionario repasó su agenda al mando del MEF.

El anuncio de su nombramiento tardó más de lo que se anticipaba. ¿Cómo fue su llegada al ministerio?
Es un poco difícil comparar, porque es la primera vez que me convocan para ser ministro. No sé cuál es el proceso normal. En todo caso, les puedo contar que recibí la llamada del Presidente, nos reunimos durante algunas horas y al día siguiente conversé con el premier.

Me parece un proceso normal. Los conocía a ambos, pero no habíamos trabajado juntos. Creo que escoger a un ministro de Economía en dos o tres días es bastante rápido.

¿Cuál fue el contenido de esas conversaciones previas?
En general, ambos me preguntaron qué pensaba de la situación y les di mis puntos de vista. Desde el principio hubo bastante convergencia y yo he mantenido la misma línea. Tenemos los mismos objetivos y la verdad es que en ningún momento hubo algo de tensión o alguna discrepancia en algo.

¿Hubo condiciones de alguna de las dos partes?
Para nada. Había cierta confianza, hemos rebotado ideas. En ningún momento hubo condiciones, y yo sería incapaz de poner una condición, no es apropiado. Uno dice sus ideas y, si la otra parte no está de acuerdo, ahí se termina.

¿Cómo entender la salida de David Tuesta y la entrada de un ministro que piensa bastante parecido?
No sé realmente lo que piensa o cómo ve el ex ministro Tuesta los miles de temas que tienen que ver con la economía.

Carlos Oliva fue elegido por el gobierno de Martín Vizcarra para suceder a David Tuesta al frente del MEF. (Foto: EFE)
Carlos Oliva fue elegido por el gobierno de Martín Vizcarra para suceder a David Tuesta al frente del MEF. (Foto: EFE)

Pero en los temas más álgidos, como los cambios tributarios, ha habido coincidencias.
Yo he ratificado muchas de las decisiones, pero no son del ministro Tuesta, sino del Gobierno. En particular, decisiones del MEF. Desde el lado académico estaba de acuerdo. El fondo de las medidas está en la dirección correcta. Cada uno puede discutir cosas como el timing, pero como política de gobierno creo que hay una continuidad.

Con su llegada, ¿hay un cambio de forma o de fondo en la gestión del MEF?
De forma, seguramente que sí. Tengo experiencia en este ministerio y la voy a usar para hacer las cosas como creo que se deben hacer. Para poder comparar tendría que saber cuál fue el destino del ministro anterior, pero no puedo saber cómo se relacionaba con el gabinete.

Supondría que hay diferencias, como con cualquier otra persona.
Respecto al fondo, en el MEF en los últimos 25 años ha habido una política institucional con una dirección muy clara, y es la que voy a mantener. De ahí a que haya matices, es lo normal.

¿Ha encontrado cables de comunicación rotos con la PCM u otros sectores?
Para nada. En esta semana que tengo en el cargo, no veo ningún cortocircuito, sino al contrario: una relación muy cordial y respetuosa. Quizás es muy pronto para afirmar cualquier otra cosa, pero mi primera sensación es que es un gabinete cohesionado.

Carlos Oliva, MEF
Carlos Oliva, MEF

¿El ISC se mantiene en todos los extremos o se podría evaluar algún cambio en puntos determinados?
Se mantiene tal como está, no va a haber ningún cambio. Ya es un capítulo cerrado.

¿La devolución a los transportistas también?
También. Entiendo que es un acuerdo de gobierno que se hizo en su momento. Yo no participé, pero voy a respetar ese acuerdo.

¿No es ir contra el sentido de política que tiene el ISC?
No necesariamente. Si hablamos en términos más prácticos, lo que se espera recaudar por ISC a los combustibles es 10 veces más de lo que se está devolviendo. Como te digo, en términos prácticos hay un beneficio para el fisco, que es lo que se buscaba con esas medidas; más allá de la polución.

A eso iba el cuestionamiento. ¿No se premia acaso el uso de un combustible más nocivo?
Pero solo en un caso muy particular que son los transportistas, no es el diésel en general que se estaría premiando.
No podemos ser dogmáticos ni dejar de ser prácticos para sacar las cosas que uno quiere. Lo óptimo pudo haber sido otra cosa, pero dadas las circunstancias, se tomó una decisión que tenemos que llevar adelante. Esto ya pasó, se evitó un paro. Hubo un costo, pero seguimos para adelante.

¿Hay alguna línea en la que necesariamente se va a apostar por lo óptimo aun cuando haya protestas?
Siempre se va a ir por lo óptimo. Cuando era viceministro [de Hacienda] tenía mucha presión del sector salud y tuvimos cuatro meses de huelga, pero al final se llegó a una solución. En particular, uno siempre tiene que defender sus posiciones. Siempre buscar lo óptimo, pero también hay que ser prácticos y reconocer que no siempre se logra todo lo que quiere.

Hay reformas que voy a llevar al Congreso en algún momento, y ahí hay fuerzas políticas y haré el mejor esfuerzo para sacar lo que creamos sea lo mejor para el país, y dar la pelea hasta el final y espero ganar. Pero tampoco soy triunfalista o iluso para pensar que siempre voy a ganar todas las batallas, eso no es realista.

Hay percepciones de que el MEF ha perdido su rol de súper ministerio. ¿Cómo revertir esto?
Eso cae por su propio peso. Con el estilo y conocimiento que tengo del ministerio, creo que el MEF no ha dejado de ser fuerte, pero hay percepciones. A veces hay grupos que se tratan de aprovechar de esa percepción y lo que espero demostrar con mi trabajo es que esa percepción es errada, que el MEF sigue siendo un ministerio con las cosas muy claras. Esa fortaleza tampoco significa que es un MEF que no conversa y traba las cosas, va a ser un MEF fuerte porque sus posiciones van a ser siempre bien refrendadas y sustentadas; pero al mismo tiempo se trata de escuchar las distintas opciones en todo ámbito.

¿Está en el menú de opciones elevar el IGV?
El menú es una cosa y la priorización es otra. En el menú te puedes imaginar que todas las opciones deberían estar sobre la mesa, pero un aumento del IGV es un último recurso en caso estuviéramos en una situación extrema, que no estamos. Nuestra situación fiscal es complicada en el sentido que tenemos un déficit de 3,5% del PBI este año y tenemos que mostrar una senda de disminución hacia el 1% en los próximos años.

Confiamos en que, con las medidas administrativas que se den y sumado a un crecimiento que está empezando a acelerar, vamos a poder llegar a esa meta. Entonces el IIGV no está entre las prioridades en el corto plazo, no es algo que estemos analizando y creo que no la vamos a analizar por algunos meses; pero en caso de catástrofes uno tiene que volver al menú a ver qué tiene.

En el dictamen aprobado hace unos minutos sobre el pedido facultades legislativas por la Comisión de Constitución se cierra la puerta a bajar los umbrales inafectos al pago de IR y a cambiar tasas impositivas.
Lo que vamos a plantear son medidas administrativas que se está evaluando con la Sunat, como detracciones. Bajar el umbral de 7 UIT [del IR para personas naturales] está descartado, no es el momento para plantear medidas de ese estilo.

Si necesitamos 2,5% del PBI para consolidar, las medidas administrativas en el mejor de los casos podrían darnos 1 punto. Cuando implementemos la factura electrónica hay un potencial que nos podría disparar la recaudación a costa de la evasión, pero siendo conservadores hay 0,7.

Para llegar al 2,5 necesariamente hay que apuntalar el crecimiento económico. Eso es lo que realmente nos va a llevar a la senda fiscal que estamos previendo. Este año ojalá podamos crecer alrededor de 4% o por encima; y los próximos dos años tienen que ser superiores a eso y, para lograrlo, vamos a tener que diseñar una serie de medidas.

Ahora no les puedo dar ninguna medida en particular, pero acá no hay balas de plata que solucionen los problemas, hay que poner un poco de todo.

La única bala de plata es el precio del cobre…
También están los factores externos, que pueden jugar a favor o en contra. Con el precio del cobre como está subiendo podemos llegar al 4% de crecimiento, pero es insuficiente. Necesitamos más cosas.

¿Cuáles son las prioridades para competitividad y productividad?
Medidas no hay, hay temas. La productividad en su amplia definición es un tema al que tenemos que apuntar, porque eso nos va a garantizar que suba el PBI potencial, que es la capacidad de crecimiento de la economía, que es la que debe aumentar.

Yo quisiera un potencial de 5% en los próximos tres años y la única manera de que eso aumente es con productividad. Hay productividad del trabajo, del capital y la total de los factores. Cada una tiene su propio rumbo, y la total de factores es probablemente la más difícil de atacar, pero es a la que me gustaría apuntarle con cosas como tecnología.

¿Siente que se ha perdido tiempo en este punto?
Quizás ha habido idas y venidas que no han sido las más apropiadas, como las mesas de diversificación productiva. Diste dos pasos adelante, después atrás. Ese tipo de cosas no ayuda. En la medida de lo posible voy a tratar de evitar esas idas y vueltas y, cuando haya que retroceder en algo, tengo que tener muy claro el análisis costo-beneficio.

Si quiero cambiar una política, tiene que estar muy claro que el beneficio supera al costo.

(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

Usted ha defendido la idea de atacar el problema de abastecimiento del Estado para ser más eficientes con el gasto. ¿Se implementará en el corto plazo?
Está dentro de facultades y vamos a tratar de normar para aumentar la eficiencia del Estado. Lo más importante no es saber si compré o no, sino si se usa para lo que tiene que ser usado, si llega a tiempo, etc. Ahí necesitamos sistemas, porque no tenemos la capacidad para saber eso.

¿Le preocupa que el Congreso dejara fuera la ampliación del régimen agrario?
Entiendo que está en el dictamen. Nosotros estamos de acuerdo con el régimen agroexportador, sobre todo en su piedra angular que es la flexibilidad laboral sabiendo que es un sector con necesidades de trabajo particulares. Los datos demuestran que ha sido un éxito en términos de generación de empleo. Creo que sí está el ambiente para prorrogarlo. Veremos si es vía facultades o a través del mismo Congreso, pero el tema es que apoyamos ese sistema y en su momento vamos a evaluar si es posible ampliarlo a otro sector.

¿Se podría reevaluar la parte tributaria?
En el margen, se podría evaluar. No digo que habría que llevarlos de pagar 15% de IR a 29%, pero en el margen se podría ver algo. No es un tema que tenga claro si vamos a cambiar eso, lo vamos a ir viendo. Si se queda tal como está el régimen, yo estaría más que satisfecho.

¿Hay algo en su agenda de prioridades sobre eliminar o racionalizar las exoneraciones y gastos tributarios?
Como tema, sí. Lo vamos a trabajar con el Congreso. Vamos a presentar alguna propuesta sobre esto. Para tomar una decisión sobre cuales sí y cuáles no, necesito información. Sé que hay algunas con evidencia de que no han funcionado, y a esas vamos a apuntar. Habrá otras que seguramente están funcionando y las vamos a dejar. Vamos a hacer la evaluación. Se habla de 2,2% del PBI de exoneraciones, pero no vamos a ir a cero. Ojala que podamos ganar ahí un punto o 1,5, no lo sé; pero es algo que tenemos que impulsar por un tema de justicia: las exoneraciones no son gratis, le cuestan a alguien.

Entendemos que en la gestión de David Tuesta hubo gran preocupación sobre los cambios que se están haciendo en el marco para la reconstrucción con cambios, en términos de asegurar la calidad del gasto, mantener la participación del MEF como filtro en las decisiones y que se está incorporando al plan de reconstrucción autoridades subnaciones con escasa capacidad de ejecución. ¿Cómo piensa abordar el tema?
El MEF sigue siendo un filtro en el proceso. Todas las propuestas de proyectos pasan por acá, así que por ese lado seguimos siendo un filtro; pero un filtro rápido. Tenemos el deseo de hacer esto lo más rápido posible.

Parte de la labor que tenemos que hacer es ayudar a gastar bien. Creo en la descentralización, sé que siempre la primera opción es que ejecute quien está más carca al ciudadano, pero en la medida en que detectemos que no hay capacidades, ahí definitivamente la necesidad de hacer un seguimiento muy cercano y prestar ayuda si hay problemas.

Cesar Liendo es la segunda persona en asumir el viceministerio de Economía del MEF. (Foto: Andina)
Cesar Liendo es la segunda persona en asumir el viceministerio de Economía del MEF. (Foto: Andina)

¿Permanecen los viceministros y jefe de asesores?
Han renunciado el viceministro de Economía [César Liendo] y el jefe de gabinete de asesores [José Arista]. Estoy en el proceso de buscar los reemplazos.

El diagnóstico del ex ministro Tuesta es que hubo errores de política y de gestión tributaria que se remontan a la gestión de Ollanta Humala, de la que usted fue parte, y ello explica en parte la caída en la presión tributaria. ¿Hay una autocrítica en ese sentido?
Cuando yo estuve como viceministro, se hizo una medida tributaria potente en la que participé: los cambios en el marco impositivo de la minería, que dio muy buenos resultados. Pero ojo que esos son temas del viceministerio de Economía, no del de Hacienda, que no tiene nada que ver con la política tributaria.

Yo puedo responder por la política dentro de Hacienda, pero no participé en la definición de las otras políticas. La siguiente gran reforma fue la del 2016, con el ministro Alfredo Thorne. Ahí sí he pedido información precisa para evaluar si han funcionado o no las medidas que se dieron. Si no han funcionado, hay que tomar las correcciones del caso y presentar una propuesta para solucionar.

¿Hay planes para volver a fijar reglas macrofiscales estructurales en lugar de las nominales que tenemos ahora?
Me gustaría. En lo personal, siempre fui un defensor de las reglas fiscales estructurales. No me gustó cuando se hizo el cambio, pero soy consciente de que no es bueno estar cambiando las reglas todos los años. Por ahora lo vamos a dejar como esta y en el camino vamos a ir viendo los ajustes a hacer para ver el tema.

Al final, lo de las reglas depende mucho de uno mismo. Si yo creo en las reglas estructurales, voy a hacer mi política económica basada en las reglas estructurales.

No vamos a cambiar las reglas porque se necesita constancia y credibilidad. Yo no las hubiera cambiado, pero lamentablemente se hizo y vamos a trabajar con eso.

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