A diferencia de Defilippi, Cuba consideró que un mayor ISC al tabaco puede ser contraproducente y se podría filtrar el contrabando debido a que el Perú tiene fronteras muy porosas. (Foto: El Comercio)
A diferencia de Defilippi, Cuba consideró que un mayor ISC al tabaco puede ser contraproducente y se podría filtrar el contrabando debido a que el Perú tiene fronteras muy porosas. (Foto: El Comercio)
Luis Fernando Alegría

La semana pasada se anunció la subida de las tasas del (ISC) a los combustibles, , licores, automóviles y . Los cambios entraron en vigencia el jueves y podrían no ser los únicos cambios en este tipo de tributo.

Estas modificaciones se lanzaron fuera del pedido de que planea el Gobierno. Sin embargo, en dicho pedido se incluye la posibilidad de hacer más cambios en el ISC.

En ese sentido, el (MEF) ha adelantado que están “atentos a nuevos productos” que puedan ser gravados con ISC.Por ahora –sostuvo el ministerio–, los casinos y tragamonedas son candidatos a recibir tasas del ISC más altas que las vigentes. Ello a pedido del Congreso, observó.

Es importante recordar que, además de las cinco categorías a las que se les subieron los impuestos la semana pasada, otros bienes afectos al ISC son los casinos, juegos de azar, apuestas, loterías, bingos, rifas y eventos hípicos.

Sin embargo, esta lista podría ser más larga. El MEF afirmó que las facultades legislativas abrirían la puerta para que ello suceda.

CRÍTICAS

Estas reformas en el esquema tributario han traído cola entre los agentes económicos del país. Mientras algunos agentes califican la medida como un “paquetazo” para mejorar la recaudación, el Ejecutivo reitera que la motivación principal de la medida es la mitigación de externalidades.

El titular del MEF, David Tuesta, ha subrayado que incluso recibió cartas de felicitación por la medida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Además, el MEF y el BCR coincidieron en los últimos días en descartar efectos inflacionarios del ajuste tributario. El ente emisor calculó que el incremento en el índice de precios al consumidor ocasionado por la medida sería de 0,2 puntos porcentuales.

Entre los economistas también parece existir cierto consenso en que el cambio en el ISC va en la dirección correcta. Por ejemplo, durante el fin de semana coincidieron en ello el ex ministro de Economía Alonso Segura y el socio de Macroconsult Elmer Cuba.

Sin embargo, también se han identificado puntos controversiales en los detalles de la medida. Cuba cuestionó que los vehículos ya están gravados con otros impuestos además del ISC, y observó que las tasas para las gasolinas de 90 y 95 octanos no distinguen el contenido de azufre.

“Podrían haber esperado y hacerlo más gradual”, indicó. En tanto, el ex viceministro de Economía Enzo Defilippi cuestionó que se excluyera las ‘pick-ups’ del ISC con el argumento de que son bienes de capital, pues ello introduce una distorsión innecesaria.

En la otra orilla, la reacción de los gremios ha sido de rechazo a la decisión del MEF. La Asociación de Exportadores (ÁDEX), por ejemplo, lamentó que el ISC a los combustibles vaya a generar mayores costos de fletes, lo que restaría competitividad a las exportaciones peruanas.

Otros gremios advierten que los efectos perjudiciales estarán en elevar el costo de vida de las personas, propiciar la informalidad y el contrabando, entre otros efectos nocivos.

Desde el frente legal, en tanto, el Estudio Echecopar duda de si las subidas del ISC son válidas, pues se dispuso sin mayor aviso o discusión previos. “En nuestra opinión, esta es una clara vulneración al principio constitucional de publicidad de las normas”, afirma el estudio en una nota a sus clientes, en la que agrega que las empresas no han tenido ni 24 horas para informarse, analizar e implementar.

LA INCIDENCIA DEL ISC

Las subidas del ISC entraron en vigencia el jueves de la semana pasada. Ni el MEF ni los gremios han podido anticipar el efecto final sobre los precios al consumidor, pero el alza podría ser significativa.

Según el MEF, una subida de 1% en los precios de venta de los productos gravados generaría una caída en la cantidad consumida entre 0,5% y 0,6%. Una cifra inferior a 1% se considera como “poco sensible”, y si es mayor que 1%, se considera “sensible”.

Entonces, como el consumo es poco sensible ante cambios en el precio, podría esperarse que los consumidores sean quienes asuman una mayor proporción del incremento en el ISC.

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