"¿Ganaremos también en la cancha económica?", por José Luis Bonifaz

En el 2018 será el Mundial de Rusia, y Perú es un fuerte candidato a asistir. El 2018 debe ser también el año del despegue de nuestra economía. ¿Qué tiene que hacer el gobierno para que esto suceda? Sabemos que el menor crecimiento observado en el 2017 (2,8% del PBI) se debió al retraso de importantes proyectos de infraestructura, al bajón en la producción minera y a los efectos negativos de El Niño costero.

Por otro lado, nuestra referente del crecimiento, China, creció 6,9% en el primer trimestre. En mayo, la inversión fue de 8,6% del PBI, las ventas minoristas crecieron 10,7% y la producción industrial tuvo un crecimiento de 6,5%. Se prevé que el crecimiento del PBI de China sea de 6,6% en el 2017 y 6,2% en el 2018. El crecimiento del precio promedio del cobre entre el 2016 y 2017 será de 17,4%, y entre el 2017 y 2018, de 1,2%. El precio promedio del zinc tendría un aumento de 28% en el 2017 y una disminución de solo 1% en el 2018. ¿No son acaso buenas noticias para nuestra economía?

Para el 2018, dados los estímulos fiscales y la reconstrucción, se espera un mayor dinamismo de la demanda interna, por el mayor gasto público en inversión. Asimismo, se deberán reanudar las operaciones de los principales proyectos en concesión y los proyectos de inversión en minería. Con ello, se espera un crecimiento del PBI de 4,2% para el 2018.

Según el Marco Macroeconómico Multianual del Ministerio de Economía, para que este crecimiento se logre es vital que empiecen a ejecutarse los proyectos adjudicados bajo la modalidad de asociaciones público-privadas (APP) y obras por impuestos (OxI). Este año, Pro Inversión adjudicó la línea de transmisión Aguaytía-Pucallpa (US$10 millones) y la hidrovía amazónica (US$112 millones), y en lo que resta del año adjudicaría 13 proyectos de infraestructura por US$2.054 millones. En el 2018, estos proyectos invertirían alrededor de US$350 millones, de los cuales más del 50% corresponde a proyectos de telecomunicaciones y electricidad, donde la inversión fluye a mayor velocidad.

Con la expansión de la inversión pública, los nuevos marcos institucionales de APP y OxI, y el lanzamiento del Plan Nacional de Infraestructura se impulsará la inversión en infraestructura. Los proyectos de APP involucrarán inversiones anuales de S/5.580 millones para el período 2017-2021, y pasarán a representar el 13% de la inversión total. Este porcentaje es aún muy bajo para la inversión privada en proyectos de infraestructura, y debe seguir creciendo.

Sin embargo, la clave para que la economía mejore es la confianza. Así como nuestro equipo de fútbol se tuvo confianza en Quito mediante el liderazgo de su entrenador, hoy nuestra clase política debe mostrar un comportamiento estable para que la inversión privada llegue al país. Queremos ir al Mundial de Rusia en el 2018, pero también queremos la recuperación de la economía. Solo así las proyecciones anteriores dejarán de ser solo sueños y también ganaremos en la cancha económica.

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