Los buses de la línea 50 salieron ayer a operar. Los inspectores municipales y la PNP no realizaron ningún acto de control contra ellos. (Anthony Niño de Guzmán / El Comercio)
Los buses de la línea 50 salieron ayer a operar. Los inspectores municipales y la PNP no realizaron ningún acto de control contra ellos. (Anthony Niño de Guzmán / El Comercio)
Redacción EC

Una inédita medida cautelar emitida por la jueza María Sánchez Rodríguez, del Juzgado Mixto de Matucana, en la provincia de Huarochirí, permitió ayer que una flota de buses empiece a circular por los corredores complementarios. Se trata de la compañía San Sebastián S.A.C., también conocida como la línea 50, que dirige Julio Rau Rau.

Este Diario constató que los buses de esta empresa, pese a que no tienen autorización para brindar el servicio de transporte público por la capital, circulan por la avenida Abancay delante de inspectores municipales y de policías de tránsito sin que ellos puedan hacer algo para detenerlos.

La resolución de la jueza autoriza a los vehículos de la línea 50 a transitar por la vía reservada para los corredores complementarios que llegan a San Juan de Lurigancho, que, según el contrato de concesión con la comuna de Lima, cubren las avenidas Abancay, Próceres y Brasil.

La magistrada, además, ordenó que “se suspenda cualquier acto administrativo sancionador contra la empresa por parte del Servicio de Administración Tributaria”. Según Pro Transporte, esta disposición los imposibilita, incluso, a realizar operativos de fiscalización como verificar que los conductores de la línea 50 tengan brevete o manejen sin SOAT.

—Precedente negativo—
Raúl Fernández, representante del área legal de Pro Transporte, dijo que el jueves fueron notificados vía electrónica de la resolución de la jueza de Matucana, “aprovechando que todos estamos distraídos con la fiebre del Mundial”.

“Esta resolución vulnera competencias de transporte de la Municipalidad de Lima, así como los contratos de concesión. Deja un pésimo precedente que va en contra de la inversión privada de los corredores complementarios”, lamentó Fernández.

El funcionario recordó que la empresa de Rau Rau solo tiene autorización por la Municipalidad del Callao, pese a que gran parte de su ruta pasa por Lima, y negó, como lo reconoce la sentencia, que existiera entre ambas comunas “un régimen de gestión común”. “Vamos a tomar todas las acciones para que se revoque este mandato”, anunció.

Asimismo, comentó que en abril un juzgado de Lima admitió un amparo presentado por la empresa Chalacos Unidos que, al igual que la línea 50, pretende ingresar a una ruta de los corredores.

Fernández indicó que ellos están obligados a ir retirando las flotas que pasan por las rutas de los corredores complementarios. Sin embargo, precisó que la línea 50 siempre se ha mostrado renuente a ello. Este Diario intentó comunicarse, sin éxito, con la jueza.

–Costos de un fallo–
De acuerdo a Ángel Mendoza, vocero de los concesionarios, esta resolución puede generar pérdidas económicas por S/205 mil diarios por los 160 buses que cubren la ruta que pasa por la Av. Abancay.

Nos comunicamos con el empresario Rau Rau, quien prefirió no hacer comentarios sobre la decisión judicial. No obstante, remarcó que si sus buses transitan en la capital es porque tiene una autorización de la Municipalidad del Callao, obtenida a través de un convenio con sus pares de Lima. “Nosotros no somos piratas, estamos circulando de acuerdo a la Constitución y la ley, y nadie puede desconocernos ni sacarnos de manera arbitraria”, dijo Rau Rau. 

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